Al fin los militares dieron señales de vida y al parecer no han sido parte del grupito de sumisos. Desgraciadamente, la fragilidad de los recuerdos ha hecho que unos olviden u otros desconozcan los terribles crímenes, secuestros, asaltos, asesinatos y robos que un grupo de “jóvenes idealistas”, más bien “yihadistas” criollos cometieron. Hoy, incrustados en el Gobierno, pretenden victimizarse.
Si no habrían sido frenados oportunamente, el país estaría sufriendo la violencia y el terror generado por estos grupos de extremistas fanáticos, criminales y delincuentes que van extendiéndose como plaga maligna. Las FF.AA. se deben al pueblo y tienen la obligación de protegerlo y defenderlo y no a los gobiernos de turno.