Después de unos meses de prudente silencio, porque el tema del embarazo adolescente requiere ser abordado con seriedad y objetividad, el presidente Correa valientemente ha asumido el Plan Familia Ecuador desde la perspectiva de los valores familiares, poniendo en uso palabras que ya se van olvidando de nuestras conversaciones habituales, como la abstinencia, lucha contra el hedonismo –placer por el placer-. Y lo más importante: dar a los padres el rol que les corresponde, al ser ellos los verdaderos protagonistas de la formación de los hijos en temas como la sexualidad, que si son bien abordados dejarán una huella valiosa. Creer que los jóvenes de hoy no son valientes y capaces de cambiar su comportamiento sexual es descalificarlos; creer que solo existen alternativas como el uso de métodos de anticoncepción que estadísticamente se demuestran que el embarazo adolescente entre los 12 y 16 años crece alarmantemente, a pesar de políticas públicas replicadas de países pseudo avanzados, es no dar la posibilidad a nuestra juventud de escoger un camino duro, difícil pero a la vez posible al conocer y luchar por vivir el valor maravilloso de la abstinencia. ¡Bien por esta nueva visión de política pública que piensa en serio en la familia y en la juventud!