Los cuerpos de Juan Toapanta, Carlos Quishpe y Juan Quituña reciben velatorio en sus casas en Píllaro. Foto: EL COMERCIO
Tres capillas ardientes se levantaron en el cantón Píllaro, en Tungurahua. Los cuerpos de Juan Toapanta, Carlos Quishpe y Juan Quituña son velados hoy, sábado 14 de marzo, por sus familiares, amigos y vecinos.
Ellos son los fallecidos en un accidente registrado el pasado lunes, mientras trabajaban en la construcción del proyecto hidroeléctrico Mazar-Dudas, en Cañar. Los cuerpos fueron rescatados la tarde del jueves. El viernes por la noche, llegaron a su tierra natal en Tungurahua, asentada en los Andes del Ecuador.
En los extremos de los tres ataúdes se ubicaron arreglos florales, cartas de condolencias y velas blancas. Mientras los amigos de Carlos Quishpe ubicaron un cartel en las afueras de la vivienda de sus padres. Allí pusieron fotografías de su etapa estudiantil y de futbolista, en el equipo Proyección y Aries.
“Nos íbamos a casar y a criar a nuestra nena de cinco meses. Ahora me quedo sola y sin saber qué pasará con nosotras”, comentó María Naranjo. La esposa, de 18 años, se encontraba sentada en un vetusto asiento de madera en el barrio San Miguelito Centro. En sus brazos sostenía a su hija.
En el barrio La Esperanza, a 30 minutos de Píllaro, la madre de Juan Toapanta recibe a los visitantes con una copa de aguardiente y unas galletas. Josefina Aldaz indicó que su hijo se desempeñaba como jefe de perforación y que deja en la orfandad a tres hijos. Junto a la esposa de Toapanta adecuó la sala, dos cuartos y el patio para acoger a los vecinos y amigos de la familia.
Raúl Quintuña, cuñado de Toapanta, comentó que representantes de la empresa le ayudaron a rescatar el cuerpo y que les ofrecieron la ayuda económica. “Somos gente sencilla que trabaja de la agricultura. La empresa le dio la oportunidad de superarse y ahora esperamos que ayuden a los hijos”, comentó Toapanta.
Entre llantos, sollozos y una gran cantidad de arreglos florales se encontraban los amigos de Juan Quituña. Recordaban los juegos cuando eran niños y sus aventuras por los sembradíos del barrio Jesús del Gran Poder, en el sur de Píllaro.
En esta zona prevalecen los cultivos de tomate de árbol, claudias, capulíes y hortalizas. María Morales, pareja de Quintuña, contó que era el principal sustento de la casa y de sus tres hijos. “Con los USD 10 que gano en el campo no me alcanza. El estudio a mis hijos es lo principal y por eso tendré que buscar otro trabajo”, dijo Morales.
Las honras fúnebres de los tres fallecidos se realizarán mañana, domingo 15 de marzo del 2015. Los actos litúrgicos se cumplirán en las iglesias cercanas a sus viviendas.