A paso rápido. Así terminó el debate, tal como sucede cuando el ritmo político lo imprimen el Régimen y su movimiento.
El Pleno de la Asamblea Nacional conoció y aprobó, de forma sumarísima, casi sin discusiones prolongadas como acostumbran los parlamentos del mundo, temas de trascendencia como los cambios constitucionales.
Los miembros de la Comisión empezarán a procesar desde la próxima semana los temas de fondo que surgieron en las intervenciones del Pleno legislativo.
A mediados de febrero, la Comisión empezará un proceso de sociabilización por distintos puntos del país. Es de esperar que en ese largo recorrido se escuchen los distintos puntos de vista sobre las enmiendas, como no ocurrió, por la premura con que se abordó el tema, antes del tratamiento del Pleno.
Para esto se dispone de 13 meses, tiempo que manda la Constitución para instalar un segundo debate, discutir y aprobar o negar los puntos discutidos.
Este proceso enfrenta visiones contrarias. El Gobierno y su movimiento, Alianza País, que busca las enmiendas para, entre varios temas, franquear el camino hacia la reelección indefinida; y la oposición en minoría que, por el contrario, piensa que un tema tan delicado debiera tratarse a través de una reforma y consecuente de una consulta popular, y no por una simple enmienda como determinó la Corte Constitucional.
Mientras tanto, a los grupos opositores que buscan una consulta o un referéndum les bloquearon el paso.