La Refinería de Esmeraldas, de propiedad de Petroecuador, paraliza sus actividades de modo parcial por casi 14 meses.
La para de operaciones fue planificada y anunciada al país con mucho tiempo de anticipación.
El ofrecimiento de las autoridades de la empresa estatal petrolera Petroecuador es que las obras de mantenimiento durarán 13 meses y 22 días.Hay un período crítico de 45 días, comprendido entre el 1 de octubre y el 15 de noviembre, donde las actividades deben suspenderse de modo total.
La Refinería de Esmeraldas, contigua a la terminal marítima petrolera de Balao, en el sector donde llega el crudo procedente de la Amazonia por dos ductos -el Sote y el OCP-, data de la dictadura militar y apenas si se sometió a una reingeniería técnica hace más de dos décadas.
Los expertos estiman que este complejo debía parar por el mantenimiento programado, para seguir funcionando óptimamente, junto a las pequeñas plantas de Shushufindi y Santa Elena.
El ambicioso proyecto de El Aromo luce lejano; en consecuencia, la refinería deberá operar todavía por varios años más, y es importante que lo haga bien.
Las gasolinas súper y extra que estarán disponibles tendrán dos octanos menos. El Gobierno dice que no se afectará la operación de los motores, pero los expertos consultados estiman que sí hay una pérdida de potencia que se sentirá.
El país gasta millones de dólares en la importación de combustibles; durante la para, esa cifra será todavía mayor. Ojalá el mantenimiento sea óptimo.