Cuando se extingue la vida de aquellas personas que han dado especial ejemplo de servicio desinteresado a los demás, los que tenemos la oportunidad debemos rememorarlas para que los jóvenes vean modelos que seguir.
En el programa televisivo que mantuvo 16 años demostró inteligencia y sensibilidad.
Hace poco falleció en Guayaquil una mujer que desde joven, por su singular belleza Miss Ecuador, trabajó por diferentes causas sociales, ecológicas y políticas.
Doña Rosana Vinueza Estrada de Tama, luego del reinado en 1969, se casó y fue abnegada madre de cuatro hijas.
Cuando muy pocos se preocupaban en Ecuador por la preservación de nuestro planeta, ella fue una de las gestoras de Fundación Natura, desde donde impulsó importantes proyectos.
Su preocupación por el desarrollo de la Patria y progreso de su querida ciudad la llevó a ocupar, sin ningún interés personal y con grandes sacrificios familiares, diferentes cargos públicos: concejala de Guayaquil, subsecretaria de Bienestar Social y subsecretaria de Turismo.
Por su afán de ayudar a transformar al Ecuador aceptó y trabajó intensamente como candidata a vicepresidenta de la República en binomio con Freddy Ehlers.
Rosana trabajaba con ahínco y discreción en labores sociales. Cuando asistí el martes pasado a su velatorio me llamó la atención la calle de honor hecha por estudiantes de la Escuela Fiscal Enrique Grau Ruiz, me acerqué a conversar con la Rectora que estaba acompañada con una delegación del profesorado, quien me manifestó que estaban presentes por que la señora Vinueza todos los años, desde hace lustros, en el Día del Niño y en vísperas de Navidad iba con regalos para los estudiantes, ayudando a llenar las necesidades de la que llamaba “su escuela favorita”; ciertamente había otras que se beneficiaban con su callada generosidad.
Recordé, entonces, que cuando mi mujer buscaba apoyo para organizar la Fundación Crecer, de niños de la calle, encontró a Juconi, que con la dirección e inspiración de Rosana ayudaba a preparar el personal de las instituciones que trabajan junto con los niños.
No escatimaba esfuerzos para ayudar en las labores sociales de su iglesia parroquial o a las grandes causas cívicas del país. En el programa que mantuvo por 16 años en CN3 Televisión, del que se despidió cuando el avance de su larga enfermedad le impidió continuar, demostró su inteligencia y gran sensibilidad humana.
Personas como Marcel Laniado de Wind, Pablo Baquerizo Nazur o Rosana Vinueza, que en su vida no solo se dedican a sus empresas y familia sino que trabajan con dedicación por nobles causas en beneficio de sus conciudadanos, deben ser recordadas con admiración y respeto.