Redacción Deportes
Deportivo Quito cumplió el objetivo de culminar primero en su grupo y obtener un punto de bonificación para la última etapa.
Los pupilos dirigidos por el argentino Rubén Darío Insúa ayer consiguieron un triunfo (1-0) sobre Espoli, en el estadio Olímpico Atahualpa.
Con esa victoria, a falta de dos fechas para la culminación de la segunda fase, los azulgranas se volvieron inalcanzables para sus inmediatos perseguidores.
Las alineaciones
D. Quito: Johvanni Ibarra; Giovanni Caicedo, Iván Hurtado, Luis Checa; Pedro Esterilla, Oswaldo Minda, Luis Saritama, Gustavo Buitrón; Michael Arroyo; Iván Borghello y Marcos Pirchio.
Espoli: Jacinto Espinoza; Miguel Ibarra, Gustavo Cañete, Yonis Corozo, Carlos Preciado; Santiago Vizcaíno, Santiago Morales, Paolo Velasteguí, Carlos Quillupangui; Marquinho y F. Renato.
Los chullas sumaron 22 puntos y se distanciaron a siete unidades del Manta. Ese puntaje les permite afrontar con soltura los últimos dos cotejos y soñar con un nuevo título, tal como lo hicieron en 2008, luego de 40 años de espera por un campeonato.
A Espoli, en cambio, el panorama se le complicó. Los policiales se quedaron con 12 unidades. Sin embargo, aún tienen opciones de obtener un cupo para la última fase del certamen local.
En el juego de ayer a Espoli le faltó más atrevimiento. El equipo de Roberto Abrusseze privilegió la marca en el medio campo y tuvo poco poder ofensivo. Esa característica se repitió durante todo el cotejo, ante 2 318 personas que pagaron su boleto (según el dato oficial de taquilla).
Al frente, Espoli tuvo un rival más ambicioso. Con más pragmatismo que vistosidad, los chullas presionaron a su rival con más fuerza. Esa, quizás, fue la clave para el triunfo. El premio a la actitud generó mayores acciones ofensivas para el equipo local en el escenario de El Batán.
Al principio, los chullas eran peligrosos con los avances del mediocampista Michael Arroyo, que ayer jugó como una especie de ‘mediapunta’ por el sector derecho. La tarea de Arroyo era llegar con peligro por las bandas para abastecer a los atacantes argentinos Marcos Pirchio e Iván Borghello, los cuales se destacaron.
Así, a Espoli solo le quedaba apostar a la velocidad de su goleador, el brasileño Fabio Renato. Arroyo también ejecutó un par de tiros libres, que salieron desviados del arco defendido por el golero Jacinto Espinoza.
El partido, entonces, era cerrado. Eso hasta que apareció el argentino Borghello. El delantero volvió a mostrar oportunismo y a los 64 minutos anotó un gol que devolvió la sonrisa a la mayoritaria afición de los azulgranas.
La conquista dejó sin respuesta a Espoli, pese a los cambios que ensayó el entrenador Abruzzese. El DT brasileño envió a la cancha a Darwin Caicedo y Alcides Rodas. Pero tampoco aparecieron opciones de ataque claras.
En cambio, para el DT Insúa fue una noche de aciertos. El DT sacó a Michael Arroyo e ingresó a Daniel Mina para que Luis Fernando Saritama tuviera más libertad para llegar al arco rival.
Esa propuesta provocó que el Quito llegue con más fuerza. El domingo, los chullas visitarán al ya clasificado Emelec. En cambio, el equipo del ‘Gallito’ visitará al Olmedo, en Riobamba.