Caracas, AFP
El gobierno venezolano publicó este lunes las nuevas normas cambiarias que regirán los mercados, el comercio exterior del país y sus operaciones de deuda, tras la devaluación decretada el viernes.
Entre las medidas publicadas en la Gaceta Oficial se destaca que el gobierno determinará a su juicio el tipo de cambio que usará para la compra de divisas destinadas al pago de la deuda externa privada contraída por el país con entes multilaterales u otros Estados.
“Las adquisiciones de divisas requeridas para el pago del capital, intereses, garantías y demás colaterales de la deuda privada externa contraída con cualquier acreedor extranjero (…) se efectuarán al tipo de cambio que será fijado por el Ejecutivo Nacional y el Banco Central (BCV)”, señala el texto.
La fijación del tipo de cambio en la compra de títulos de instituciones del Estado emitidos en divisas en el mercado interno, también estará bajo el criterio del BCV.
En cambio, las operaciones de venta de divisas que realice el Banco Central para el pago de la deuda pública venezolana se efectuarán a un dólar valorado en 2,60 bolívares, indicó el documento.
El bolívar se mantenía congelado a 2,15 por dólar desde 2005. El Ejecutivo, sin renunciar al control de cambio, estableció ahora un tipo de cambio doble: un dólar a 2,60 bolívarse para sectores prioritarios e importaciones gubernamentales y otro a 4,30 bolívares por dólar para otros rubros.
El precio del dólar a 2,60 se aplicará para a importaciones en sectores como alimentos, salud, educación, maquinarias y tecnología. También estarán sujetas a este valor del billete verde las remesas y la adquisición de divisas por parte de las representaciones diplomáticas y organismos internacionales en Venezuela.
Todos los demás sectores y la venta de dólares obtenidos por la exportación del petróleo, responsable del 90% del ingreso de divisas al país sudamericano, estarán sujetos a un tipo de cambio de 4,30 bolívares.
El BCV podrá emitir bonos en moneda extranjera en el mercado local, con lo que el gobierno espera controlar que el “manejo especulativo de las divisas” o mercado paralelo, donde el dólar se disparó en 2009.