De manera general se conoce que si el Producto Interno Bruto (PIB) crece también lo hace la riqueza de las personas que viven en un país.
De hecho la importancia del crecimiento del PIB está relacionada, entre otras cosas, con un mayor poder adquisitivo y de que más personas estén empleadas.
En Ecuador, esta relación no ha resultado tan satisfactoria. En 2007, hace 16 años, el ingreso mensual de cada ecuatoriano o PIB per cápita era de USD 298.
Pero, el Salario Básico Unificado (SBU) de un trabajador no superó los USD 170. Rubro inferior a este indicador que mide la riqueza creada y la evolución de la economía del país.
Esta diferencia también se evidencia, en términos prácticos, con el ingreso de los afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Este grupo representa actualmente el 40,6% de la Población Económicamente Activa (PEA).
En 2007, el IESS contaba con 1,5 millones de asegurados y de estos el 62% tenía ingresos menores al PIB per cápita de ese año, según registros del Banco Mundial.
Los bajos salarios de los afiliados en comparación con el PIB de cada ecuatoriano siguen la misma tendencia siete años después. Para 2014, los ingresos del 66% de cotizantes al IESS fueron menores al PIB per cápita mensual de USD 531.
Sin embargo, el crecimiento del PIB sí se vio reflejado en una duplicación de afiliados, al subir a 3,1 millones.
Por efecto de la pandemia, entre 2020 y 2021, el ingreso por ecuatoriano se contrajo a menos de USD 500 al mes. En consecuencia, los salarios no mejoraron más bien se contrajeron por la Ley Humanitaria.
Para 2022 se pudo sentir una recuperación económica de forma global, con lo cual el PIB por persona subió a USD 533 al mes. Pero el salario básico fue de USD 425.
Esta mejora permitió que el número de afiliados activos vuelva al nivel que se tenía en prepandemia: 3,4 millones, pero más del 70% percibió ingresos menores al PIB per cápita.
Si bien, la economía de Ecuador creció 4,3% en el cuarto trimestre del 2022, el esfuerzo resulta insuficiente para mejorar los ingresos de los ecuatorianos.
La percepción de que los salarios son bajos y las oportunidades en el mercado laboral son escasas es una constante en el Ecuador y las cifras lo demuestran.
La economía nacional requiere crecimientos sostenidos de al menos 5% anual para generar más plazas de empleo y mejorar el ingreso, en términos reales.
Esta demanda requiere captar más inversiones, tratados comerciales, óptimas condiciones laborales, entre otras acciones que resultan difíciles en un entorno, que prioriza la crisis política.