El parque de La Moya, compuesto por cinco hectáreas de áreas verdes, cuenta con juegos, lagunas y un balneario.
Todos esos espacios fueron rehabilitados para recibir a los vecinos de Conocoto y Los Chillos y de otros sitios de Quito. En un acto protocolar la mañana de este sábado, 4 de marzo de 2023, el alcalde de Quito, Santiago Guarderas, entregó los espacios mejorados.
La inversión de la obra fue de USD 130 000 y los trabajos duraron unos dos meses en ejecutarse. “Es un espacio representativo para la parroquia y estuvo desatendido por años”, dijo en su intervención. Al mismo tiempo ya ingresaron personas al parque y al balneario.
Para el acceso a las piscinas hay que cancelar USD 2,25 por cada adulto y USD 1,13 para niños y personas de la tercera edad.
La capacidad estimada de bañistas es de 100, según Mercy Lara, administradora zonal. La funcionaria explicó que para calentar el agua hay paneles con energía solar que permanecían dañados. Ahora han sido reparados y la piscina recibe a los visitantes con cerca de 25° C.
Para Gonzalo Sánchez, visitante, la temperatura es ideal para hacer ejercicio. Con dos horas de natación estuvo listo para retirarse.
Asegura que el costo es perfecto porque no llega gran cantidad de gente. Algo que EL COMERCIO pudo constatar en una visita este fin de semana.
Instalaciones del balneario
Las instalaciones constan de tres piscinas, una de ellas semiolímpica, y un tobogán en el área de recreación. Los vestidores, bar y áreas verdes también fueron remodelados y lucen en buenas condiciones.
En el parque, el acceso es gratuito y hay tres lagunas en las que se cambió las geomembranas ambientales para un cuidado adecuado. También hay tres nuevas estructuras para picnic y asados.
Uno de los atractivos principales es una pista de skateboard. Un espacio que, según Lara, promoverá la visita y entretenimiento de los más jóvenes.
María Tipán es una comerciante permanente del sector. Ha estado ahí hace dos décadas y ha trabajado en la venta de comida desde entonces.
Aunque ha visto su negocio decaer por la falta de visitantes se siente con esperanza de que eso siga cambiando con lo arreglos del espacio. Tiene una hija con discapacidad que depende de ella y se muestra feliz de ver “un parque casi nuevo”.
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