Redacción Guayaquil
¿Cuál es el punto más cuestionable del proyecto de Ley de Comunicación?
El conflicto más grande que se ha planteado alrededor de la Ley tiene que ver con la creación de este grupo (Consejo de Comunicación), que va a evaluar, regular y tener la posibilidad de sancionar a los medios. Esta Ley trabaja sobre la sanción y la regulación. Nosotros, en la universidad creemos en otro camino.
¿Cuál?
La manera apropiada no pasa por la sanción, sino por la educación. Eso, para tener una mirada crítica sobre el consumo de los medios de comunicación y, a partir de ello, generar una autorregulación de los medios. Si el verdadero interés es proveer información veraz a la gente, primero hay que tener apertura a lo plural, a la capacidad de poder escoger. Ahí, le corresponde al Gobierno promover los medios públicos y los comunitarios.
Es decir, ¿no se necesita de un Consejo?
Creo que no. Lo bueno de la ley es que nos ha permitido hablar sobre la autorregulación, sobre la mirada crítica de los medios y hablar de su responsabilidad. Está bien, por un lado, que se prohíban los monopolios, pero este Consejo siempre va a estar condicionado por una interpretación sobre los contenidos, que es arbitraria. Y eso va a ser motivo de conflicto. Es necesario, ahora más que nunca, que la gente tenga una mirada crítica para interpretar sobre lo que le dicen y decidir sobre qué quiere ver y qué quiere creer.
¿Esto requiere de una ley?
La ley marca un territorio. El problema de esta ley es el Consejo que está destinado a sancionar. Las sanciones pasan por una evaluación de contenidos a partir de criterios que son subjetivos. Para tener una estructura de medios ordenada y responsable, más que pasar por esta intimidación o amenaza de castigo, hay que educar a la gente.
¿Cómo lograrlo?
Educando en las universidades. Los propios medios tienen que hacerlo. Incluso, debiera ser una materia de colegio. Lo mismo se ha discutido con los niños frente a la televisión: no es lo que ven, sino cómo lo interpretan. La materia de consumo crítico de medios debería ser para todo el mundo, porque es algo a lo que estamos expuestos siempre.
¿Es difícil que las personas tengan una mirada crítica hacia los medios?
No, ¿por qué va a ser difícil? La autorregulación en los medios será directamente proporcional al sentido de responsabilidad que demanda el consumidor.
Parecería que en el debate de la Ley no se ha escuchado a las universidades…
Daría la impresión de que hay muchos actores que no han sido sentidos en este proceso.
Ustedes forman comunicadores, ¿les preocupa lo que pase con esta ley?
Lo que va a pasar es que va a cambiar el escenario del manejo de la información. Va a haber una serie de movimientos internos dentro de los medios tradicionales, pero creo que se van a fortalecer los medios digitales, que aún no son controlados. Se van a transformar en una fuente de información mucho más necesitada para tener otras miradas. Así como ha pasado en Venezuela, que agarró mucha fuerza la plataforma virtual.
¿El campo de acción de esta ley se centrará en los medios privados?
Los medios públicos responden a la lógica de un ente público, que es el mismo que va a sancionar. Entonces, es muy difícil que sean sancionables. El foco va para los privados. Además que los públicos no necesitan de la empresa privada para subsistir, al contrario de los privados.
¿La ley propone la autorregulación?
Propone la regulación. Pero la discusión ha hecho que aparezca como un tema de agenda. Eso es interesante, porque nos permite en este minuto estar hablando de cosas que no habíamos hablado jamás. Para los ciudadanos es bueno el debate.
Desde el Régimen se ha cuestionado el trabajo de los medios. ¿Cómo enseñan a sus estudiantes a hacer periodismo?
Primeramente, trabajamos sobre una mirada ética. Es decir, respetar al otro y hacerse cargo de la información que vaya a manejar, sea en publicidad o periodismo. En el caso de los periodistas se trabaja con la verificación de fuentes y se enseña a no tomar partido. El profesional tiene que estar preparado para tener una mirada reflexiva de lo que pasa y poco apasionada.
Si los procesos son tan estrictos en algunas universidades, entonces ¿por qué se cuestiona al periodismo?
Bueno, quien lo cuestiona tanto es el Gobierno. Y lo hace porque aparece información que no le gusta o no le parece apropiada. Hay medios que sí se equivocan, eso no lo podemos negar, pero no porque uno cometa un error vamos a asumir que todos los medios lo hacen.