Las recientes posesiones de Katiuska King en el Ministerio de Coordinación Económica, de Patricio Rivera en Finanzas y de Sebastián Roldán, en la Secretaria de Transparencia de Gestión, reflejan la tendencia del Régimen de confiar cargos de importancia estratégica y política a gente joven.
King, Rivera y Roldán promedian los 35 años y no son los únicos ministros jóvenes del Gabinete. Verónica Sión (Industrias), Marcela Aguiñaga (Ambiente), Sandra Vela (Deportes) y Alexandra Ocles (Pueblos) también engrosan este equipo de profesionales. Además, hace dos años, Correa nombró a uno de los ministros más jóvenes de la historia. Nicolás Issa Wagner, quien a los 28 años se hizo cargo de la extinta cartera del Litoral.
Issa Wagner formó parte del movimiento Universitario Verum 2000 y se consideró como una de las pocas cuotas políticas a la que estudiantes universitarios han accedido en un Régimen.
Históricamente, el Gabinete ministerial no ha sido un espacio que ha convocado a gente joven. Solo para citar un dato, el de Alfredo Palacio (2005-2007) superaba los 60 años en promedio. En el caso del presidente Correa, sus colaboradores fluctúan entre los 40 y 45 años.
¿Un cambio de patrones culturales? Posiblemente, pues Rafael Correa tiene 47 años y ha sido, junto con Jaime Roldós (39 años) y Osvaldo Hurtado (42), de los presidentes más jóvenes al asumir el mando.
Además, la llegada de Correa al poder acentuó la crisis de la llamada ‘partidocracia’. Con ello, los grupos que estuvieron en el poder desde 1979 se quedaron sin relevos fuertes que mantengan a flote a estas organizaciones.
Cuando este Diario pidió a Andrés Beltrán, estudiante universitario de 23 años, que asociara el nombre de algún partido político con una figura representativa, terminó por hacer historia. “La ID es de Rodrigo Borja y el MPD de Jaime Hurtado (fallecido en 1999)”. De los socialcristianos -dijo- no recordar a nadie pues Febres Cordero murió y Nebot ahora es de Madera de Guerrero.
De la misma manera, Sonia Andrade, ama de casa de 40 años, asoció la figura del ex presidente Abdalá Bucaram al PRE.
¿Por qué los partidos políticos atraviesan una crisis de representatividad y de generación de líderes con proyección nacional? La respuesta es una sola: descuidaron la formación y capacitación de sus nuevos cuadros.
Santiago Basabe, catedrático de la Flacso, asegura que los partidos se acostumbraron a tener respaldos políticos garantizados y por eso no se preocuparon de generar nuevos líderes. Y, a pesar que sintieron un “golpe fuerte” con la llegada de Correa, aún no se observa un interés en formar nuevos liderazgos. “Si no existe renovación los partidos desaparecerán”.
Una mirada similar tiene Medardo Oleas, jurista, militante de la ID y contemporáneo de Borja. Él asegura que fueron pocas las personas que se han apoderado de la dirección y control de los partidos. “Hubo una falta de democracia interna” que impidió el nacimiento de nuevas generaciones.
Este ex dirigente concluye que los partidos, al no tener líderes políticos nuevos, han “importado gente conocida” como presentadores de televisión, reinas de belleza o futbolistas. Es decir, gente que no tiene ideología y no representan un proyecto político.
En la Constituyente de Montecristi se debatió sobre la necesidad de que los jóvenes se integraran a la vida política del país. Por eso, una de las salidas que encontraron fue ampliar el padrón electoral desde los 16 años.
El artículo 62 de la Carta Política señala, no obstante, que el voto para los jóvenes de entre 16 y 18 años es optativo. De esta manera, en las elecciones del abril y junio del 2009, unos 300 000 votantes se incorporaron al padrón.
Este primer paso no es lo único que remediará la falta de activismo en estos espacios institucionales. La corporación independiente Participación Ciudadana, creada en el 2002, ha sugerido que dentro de la Educación Superior se creen escuelas de Ciencias Políticas. Su titular, Ruth Hidalgo, aduce que los partidos tradicionales no han logrado consolidar minorías preparadas para generar un debate de altura. “Los partidos deben reinventarse ya que la ciudadanía necesita políticos nuevos que se forjen no solo en el discurso sino en lo técnico”.
Esta semana se desarrolló en la Universidad Salesiana el foro internacional Relación entre Jóvenes y Política. René Unda, coordinador de Niñez, Juventud y Adolescencia de este centro, explica que la relación jóvenes-política es compleja y encuentra diversas formas de expresión como las culturalque se alejan de los llamados espacios tradicionales. “El mismo hecho de que un joven no se interese en la política es una posición crítica ante esta actividad”.
Amalia Ospina, activista del colectivo Manuel Agustín Aguirre reconoce la tendencia de los jóvenes de rechazar lo tradicional. Aunque en espacios como el gabinete de Correa la tendencia está cambiando.