Tres personas, una de ellas una mujer embarazada, murieron ayer como consecuencia de las fuertes protestas en Atenas contra las medidas de austeridad del Gobierno griego para salir de la crisis.
Decenas de miles de trabajadores y funcionarios fiscales en huelga se tomaron las calles mientras jóvenes enmascarados enfrentaron a la Policía antidisturbios, que respondió lanzando gases lacrimógenos que nublaron el centro de la ciudad.
Esta fue la peor ola de violencia que ha golpeado a Grecia desde los disturbios del 2008. Las masivas manifestaciones continuarán durante la jornada de hoy.
Además, fue un duro golpe para los planes del primer ministro, George Papandreou, de avanzar con fuertes reducciones presupuestarias demandadas por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un paquete de ayuda de 110 000 millones de euros en un plan revelado el domingo.
El ministro de Finanzas de Grecia, George Papaconstantinou, señaló que el Gobierno no retrocederá en la implementación de las duras medidas de austeridad (aumento de impuestos y recortes salariales) y está dispuesto a pagar el costo político para sacar al país de la crisis económica.
“No daremos un solo paso atrás. Otros países de la Zona Euro podrían enfrentar problemas similares a los de Grecia”, acotó.
Y, precisamente, ese miedo de contagio a otros países de Europa provocó una caída generalizada de las bolsas de valores, ayer, que incluso tocó a Wall Street y a las casas latinoamericanas.
De hecho, los riesgos para América Latina han crecido por la crisis de deuda en la Zona Euro, lo que está causando una depreciación de los activos de la región, dijo el subgobernador del Banco Central de México, Manuel Sánchez. “Casi todas las monedas y las bolsas en América Latina han visto sesiones volátiles y fuertes pérdidas en los últimos días, por la aversión al riesgo que están generando a nivel global los problemas fiscales de Grecia”.
Por otro lado, el euro cayó de la barrera de USD 1,28 por primera vez desde marzo del 2009, continuando el descenso provocado por los temores sobre las deudas soberanas en la Zona Euro.
El euro sufrió los ataques especulativos contra España, en medio de temores de que ese país se convierta en la próxima ficha de dominó en caer en la Zona Euro luego de Grecia. Al cierre, el euro llegó a USD 1,2815 contra USD 1,2988 del pasado martes.
España vive un efecto dominó
Los economistas lo advirtieron: pese a que el Gobierno español insiste en alejar la situación de la Península de la griega, la realidad es que no convence a los inversores extranjeros, que prefieren no arriesgar su dinero en España.
Los analistas coinciden en que la reacción de los mercados hacia este país no solo no es justificada, sino que está marcada por el nerviosismo, la especulación y los rumores. Precisamente el rumor de que España pudiera pedir dinero, al igual que Grecia, para afrontar su situación económica, sería la causa de la mala salud de la bolsa.
Esto fue descartado por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que lo calificó de “absoluta locura”, al tiempo de mencionar los 24 188 nuevos trabajadores que se registró en abril tras ocho meses de alza del desempleo.
Para demostrar esa distancia, el Ejecutivo español comprometió 9 792 millones de euros de los 110 000 que le entregará la Unión Europea y el FMI a Grecia en los próximos tres años.
Según Gonzalo Garland, director de Relaciones Internacionales del Instituto de Empresa, “los mercados tienden a sobreactuar. Un inversor poco informado no entiende bien lo que pasa en Grecia, ve nerviosismo. Lee que la situación de España es igual a la de ese país y hace lo mismo”. Roxana Cazco, desde Madrid