El invierno es aprovechado por los habitantes del cantón Paltas, a 97 kilómetros al occidente de Loja. Ellos almacenan el agua lluvia en 104 piscinas construidas en las zonas altas, especialmente en la parroquia Lourdes. Ayer, los 16 vecinos de la comunidad Tundunda tenían previsto realizar una minga para cercar su piscina repleta de agua y evitar que se desbordara. También iban a sembrar pasto en los alrededores para conservar las fosas. Otra labor es sembrar arbustos para generar sombra y reducir la evaporación del líquido. Para Norman Ramos, presidente de la Unión Cantonal de Organizaciones Campesinas de Paltas, en las piscinas están centradas las esperanzas de los campesinos que cultivan frutas, como chirimoyas y cítricos.“Con la retención del agua aseguran que sus terrenos mantengan la humedad durante el verano”, dice. El agua que se filtra tiene la función de mantener el caudal de las vertientes para beneficiar a las comunidades asentadas en las zonas más bajas.Cada reservorio tiene un diámetro de 20 por 20 metros y por dos metros de profundidad. Según Ramos, el 40% de esa piscinas se mantendrá con agua hasta diciembre. En cada una se invirtieron USD 1 200, recursos del Gobierno Provincial de Loja y del Municipio de Paltas.Cada fosa tiene una cobertura de geomembrana (una especie de plásticos más resistente) que evita que el agua se filtre en el suelo. La comunidad aportó la mano de obra y el mantenimiento. La segunda etapa de este plan Sembrando agua se prevé ejecutar en las parroquias de Guachanamá y Yamana. Se edificarán 60 reservorios adicionales.Ramos cree que el proyecto es más viable que construir el sistema de riego Landapo. Esa obra no se concreta por el difícil acceso hacia la zona de captación del agua.Además de los reservorios, la Unión de Campesinos, que agrupa a 14 organizaciones en las parroquias Lourdes y Guachanamá, edificó 40 microsistemas de riego por goteo. Lo hizo con la ayuda de la agencia de cooperación alemana Pan para el Mundo.Los sistemas sirven a las amas de casa que cultivan hortalizas. Una de ellas es Bertila Paladines, de la comunidad Tundunda. Desde hace dos años ella cultiva lechuga, culantro y nabo, que incluso las vende a sus vecinos. Riega una hora al día desde las 17:00.