Las viejas botas de caucho dejan ver los dedos de Julio Rosero. Viste una camisa y un pantalón raído. La mañana del viernes salió para cosechar moras en un terreno de su natal Bilbao, del cantón Penipe, en la provincia del Chimborazo.
El trabajo apenas comenzaba y el niño de 12 años vio que el Tungurahua arrojaba una columna de ceniza que cubrió la casa de teja en donde vive con sus padres.Julio corrió para encontrarse con sus papás, quienes aún desayunaban. No llevaron cobijas, comida ni a sus reses.
El volcán emitió el viernes, a las 08:47, una columna de ceniza de 10 km de altura. Bilbao quedó desolado en menos de media hora. 53 personas salieron de allí.
Se refugiaron en un salón de la Diócesis de Cotaló, una parroquia del cantón Pelileo, en la provincia de Tungurahua. Cotaló es el pueblo más próximo de Bilbao, una comuna que se halla en las faldas del coloso.
El Comité de Operaciones de Emergencia de Tungurahua instaló 18 literas y colchones para los afectados. La noche del viernes, Julio apenas cerró los ojos.
Rosa Turosina, de 84 años, tampoco descansó. “Qué voy a poder quedarme aquí”.
Es la tercera vez que ella huye del volcán. En las erupciones del 2009 y del 2006 también salió. Ayer lloraba por sus cuatro reses que se quedaron en Bilbao.
“Ojalá no estén quemados, como hace dos años. Ahí solo encontré la cabeza de mi becerrito. El resto estaba todo chamuscado”.
Ayer Cotaló amaneció nublado y frío. Laura Rosero trataba de abrigar al último de sus ocho hijos. El primero tiene 13 años y el más pequeño, dos meses.
A pocos metros, Mariana y Laura Rosero trataban que las cuatro fundas de arroz, que la noche del viernes fueron entregadas por funcionarios del Ministerio de Inclusión Económica y Social de Tungurahua, alcance para todos.
Los 53 vecinos de Bilbao se turnaban para utilizar el sanitario y la ducha. “Yo creo que mejor me regreso a mi casa (Bilbao), para bañar a mis guaguas y regresar en la tarde”, decía Laura Rosero.
Tres policías resguardan el ingreso a este poblado. Ayer, Serafín Rosero ingresó solo para tomar ropa para su mujer y sus hijos. Ahí vio que los cultivos están destruidos y que sus chanchos y cuyes estaban descuidados.
Con los USD 800 que consiguió como préstamo en el banco, en el terreno sembró tomate de árbol. Estuvo a punto de cosechar, pero toda la plantación se cubrió con una fina capa de polvo.
Este campesino no quiere seguir en el albergue, pero teme que el volcán destruya su casa. Mientras los afectados desayunaban, se veían columnas de ceniza. El material no cayó en Cotaló.
La actividad del volcán disminuyó ayer
La actividad del volcán Tungurahua sigue disminuyendo.
El Instituto Geofísico informó que desde la noche del viernes hasta la mañana de hoy se ha registrado emisión de gases, pero con fuertes bramidos que se escuchan hasta en las ciudades de Ambato y Riobamba.
Según Marcos Montesdeoca, director provincial de la Secretaría Técnica de la Gestión de Riesgos, el volcán arroja poca ceniza que cae en los alrededores del cráter, principalmente en el flanco oriental.
“El cambio en el proceso eruptivo se debe a las explosiones del viernes último. Estas destaparon el cráter del volcán. Había una capa de material volcánico acumulado. Esta fue expulsada en la erupción de la mañana del viernes”. Ayer, la ceniza que arrojó el coloso llegó hasta Guayaquil y Babahoyo.
Además, se informó que las personas que fueron evacuadas continuarán en los albergues hasta nueva disposición.
Según el Instituto Geofísico, no se han registrado lahares en las zonas aledañas al volcán. En la noche cayó garúa en Baños. Ayer, en Ambato, la mañana fue soleada y el cielo está despejado.
Los cuidados que se deben tomar en cuenta ante la presencia de ceniza
Si está expuesto a la ceniza use gafas o lentes para proteger sus ojos. Una vez que ya esté en su casa lávelos con abundante agua fría. Así evitará infecciones.
La ceniza volcánica puede ser abrasiva o corrosiva y desatar afecciones en la piel, principalmente en los niños. Retírela con abundante agua y use crema.
Este material al contacto con el agua fragua, es por eso que hay que retirarlo de los sumideros, pues si llueve puede taponar los desfogues y causar inundaciones.
Si la ceniza alcanzó a los animales, como vacas y caballos, debe ser retirada del pelaje, pues si esta se queda en el animal, con el sudor o la lluvia puede podrir la lana.