Hoy, ante una cartelera algo saturada con filmes de acción, se ofrece ‘Enamórate de mí’, una comedia francesa en la que la bellísima actriz Audrey Tatou hace de cazafortunas. El director Pierre Salvadori opta por una historia liviana, ambientada en los encantadores (y carísimos) hoteles de la Costa Azul francesa. Ulalá. La bella Irene parece que por fin pescó al viejo rico que la mantendrá para siempre, pero comete un ‘affaire’ con un cantinero al que confunde con un millonario.El novio engañado la descubre y cierra el grifo de euros a Irene, quien regresa a su antiguo oficio: buscar viejos adinerados para exprimir sus billeteras y, ojalá, atraparlo con un anillo de bodas. Irene no contaba con que el cantinero, enamorado de Irene, la perseguiría hasta los hoteles en los que ella acecha a sus presas. Audrey Tatou, como es habitual, ofrece una actuación adorable, natural y repleta de gestos, aunque su personaje no necesita tampoco exhibir mucha profundidad debido a la liviandad del guión.El camarero está a cargo de Gad Elmaleh, quien se luce en su representación de inseguro y hasta inocente enamorado convertido en gigoló por accidente. Su mejor parte es cuando Irene se porta materialmente insaciable y lleva a la bancarrota al pobre chico. Sus ojos tristones son su mejor arma. El elenco de apoyo cumple con su tarea de dar fluidez a la trama, que exhibe algunos problemas de credibilidad y que se extiende un poco en su metraje. ‘Enamórate de mí’ no arranca carcajadas, pero sí mantiene la sonrisa dibujada hasta el final, aunque también genera un poco de estupor la ligereza con la que Salvadori aborda el tema de las vividoras. Quizás un público conservador lo clasifique como una irresponsable oda a la prostitución de lujo, aunque esa no era la pretensión del director. Sí es intencional la cascada de homenajes a películas clásicas. Hay escenas que evocan claramente a ‘Sucedió en Manhattan’, ‘Desayuno con Diamantes’, ‘Vacaciones en Roma ‘ y ‘Cómo casarse con un millonario’. Es un plus para este filme con aroma a Channel número 5.