La Pro forma presupuestaria se presentó a la Asamblea bajo el supuesto económico que el precio del petróleo ecuatoriano promediaría USD 64 el barril en el 2010. Operando bajo los parámetros de gobiernos anteriores, muchos se preguntaron si el precio era adecuado, o exagerado.
La lógica presupuestaria bajo el régimen de Correa es que hay que disponer de todos los recursos disponibles, incluso financiamiento, para invertir, y ahorrar no hace sentido. Pero tampoco hace sentido presupuestar dinero que no se va a tener. Por ello, el precio de USD64 reflejaba exactamente lo que apuntaba el mercado de futuros.
Esa era la situación en septiembre. Pero luego subió. Para octubre y noviembre estuvo como USD 4 más alto, generando ingresos no previstos al fisco. En marzo promedió USD 73, y las autoridades declararon que los ingresos petroleros imprevistos iban a contrarrestar parcialmente por los créditos externos que se anticipaba conseguir.
Pero así como sube, el precio también baja. Algo que echa abajo el precio del petróleo es el derrumbe del euro. Si bien el petróleo se tranza en dólares, su precio refleja los cambios de relación de las monedas de sus principales mercados. Si el euro cae frente al dólar, los europeos se resisten a pagar más euros por barril, y eso incide a la baja en dólares del crudo.
Pero hay un peligro más importante. La crisis europea aumenta el riesgo que la economía internacional tenga una segunda recaída. Olivier Jakob, de Petromatrix, explica que los países europeos recortan gasto por su crisis fiscal; como la recuperación económica ha sido auspiciada por el gasto público, y el desempleo aún no está resuelto, “deberíamos esperar revisiones a la baja de las expectativas de demanda petrolera para Europa. El riesgo es que ahora el menor crecimiento europeo comience a hacer mella en las expectativas de crecimiento en el resto del mundo.”
En mayo se precipitó el precio. El Centro de Estudios Globales de Energía, de Londres, reportó que “hace un mes el mercado petrolero estaba de temperamento optimista, enfocado a la recuperación económica y alza en la demanda de crudo en Asia. Desde entonces, el sentimiento se ha tornado pesimista, y el mercado se encuentra fijado en los riesgos de una recesión de doble caída. ‘Los precios del petróleo han caído 17 % en las últimas cuatro semanas”.
El precio del petróleo podría desplomarse. No estoy vaticinando que eso ocurra, ni siquiera que sea lo más probable. Pero el riesgo existe.
Ecuador, al estar dolarizado y a la vez haber abandonado la sana práctica de tener reservas que permitan estabilizar el flujo de dinero que demanda el Presupuesto cuando el precio cae, está jugando a la ruleta petrolera. Cuidado nos quedamos en soletas.