“Pidamos a Dios para que el domingo, el pueblo ecuatoriano, no vuelva a elegir a Barrabás”. Aquella frase desató la euforia entre los menos de 200 asistentes que se convocaron en el flanco sur del estadio Capwell (sur de Guayaquil) para el último mitin político – religioso del presidencial Nelson Zavala.
El pastor del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), con un retraso de más de dos horas para el inicio del evento, utilizó varias figuras del cristianismo para su alabanza final a los representantes de la iglesia evangélica porteña que se dieron cita desde las 19:00 de hoy.
En un inicio, luego de especificar que aquel evento, al que fueron convocados todos los medios de comunicación, no era su cierre oficial. Dijo que terminaría su propaganda en la tarima junto a Dalo Bucaram y ‘Gaby’ Pazmiño, quienes recorrieron la tarde en una caravana desde Durán hacia el suburbio oeste de Guayaquil. Aquello, como para quienes recuerdan los agolpados cierres de campaña del líder del PRE, Abdalá Bucaram.
“Barrabás era un revolucionario. Cristo, un redentor”, señaló Zavala luego de manifestar sentirse incomprendido por expresar su oposición al matrimonio homosexual y a otras expresiones culturales que, según su criterio, no conducen al país por el camino de la salvación divina.
El postulante a Carondelet terminó su breve discurso reivindicando sus palabras de inicio de campaña sobre que no es un político. “Si el Ecuador quiere un pastor para sus vidas, entonces votará por mi”, indicó el presidencial y manifestó que recibirá los resultados de los comicios del domingo en la iglesia, acompañado de su familia y otros creyentes.