La casa de la familia Dahik Garzozi, en las calles Escobedo y Aguirre, en el centro de Guayaquil, está tapizada de fotografías del mayor de los cuatro hijos, Alberto. Su madre, Violeta Garzozi, se llena de nostalgia cada vez que las observa. En una mesita de la sala está la foto de cuando era Vicepresidente de la República (1992-1995), con una dedicatoria a sus padres. En esa morada vivió unos pocos años el ex Vicepresidente de Sixto Durán Ballén. Recién graduado partió a Canadá, para estudiar Economía. La última vez que estuvo allí fue en el 2005, cuando la ex Corte Suprema de Justicia (CSJ) anuló, momentáneamente, los juicios en su contra.En octubre de 1995, el Gobierno de Costa Rica le concedió asilo político, tras la orden de prisión preventiva que le dictó la CSJ por una supuesta malversación de gastos reservados. Panamá y Paraguay también le ofrecieron asilo, pero Dahik eligió Costa Rica porque no cuenta con un convenio de extradición con Ecuador. Dahik partió en una avioneta que tenía en sociedad con un amigo. Después de 15 días llegaron a Costa Rica su esposa, Ana Loor, y sus cinco hijos. El menor de los Dahik Garzozi, Álvaro (39 años), recuerda que uno de sus primeros amigos que se solidarizó por el difícil momento que vivía la familia fue Rafael Correa. Su amistad se remonta a 1981. Año en que Correa fundó un grupo de boy scout, el cual Álvaro integró. Violeta Garzozi cuenta que Rafael, entonces de 18 años, visitaba a menudo su casa.“Le debo mucha de mi formación y esa amistad se ha fortalecido en estos casi 30 años compartiendo vivencias y sueños, con nuestras coincidencias y diferencias. He tenido el privilegio de verlo crecer, madurar y concretar su más grande sueño: dirigir el Ecuador”, dice Álvaro Dahik.Él apoyó la candidatura presidencial de Correa en el 2006. Llegó al Gobierno al año siguiente como Asesor Presidencial y posteriormente fue Presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Sustentable de la Presidencia de la República. Cargo al que renunció en el 2009 para trabajar en una fundación de Canadá.Pese a esta cercanía niega que haya influido en la decisión del Jefe de Estado, que el martes pasado solicitó a la Asamblea la amnistía para su hermano. “Correa jamás hubiera aceptado una presión mía por una causa que él no considere justa”. Esta familia pide a Dios que ilumine a los asambleístas para que concedan la amnistía. Dice que Dahik fue víctima de una persecución política, orquestada por León Febres Cordero. Para ellos no cabe un indulto, pues significaría que lo están perdonando. El ex funcionario vive cerca del ex presidente Óscar Arias (San José). Violeta Garzozi y Alberto Dahik Safadi dicen que a su hijo le preocupa que a ellos les ocurra algo y no poder estar cerca.