En la Quito Sur los usuarios empezaron a utilizar la nueva estación. La estructura es metálica y tiene cristales.Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
La rehabilitación de las primeras nueve paradas del Trole, de 44 que están en remodelación, trajo cambios. Los usuarios que accedieron ayer (viernes, 27 de mayo del 2016) a este servicio se tuvieron que adaptar a nuevas reglas de uso.
A Sofía Salguero, quien abordó un trole en la Quito Sur, la habilitación de las estaciones le tomó por sorpresa. Estaba acostumbrada a ir las paradas provisionales y a canjear el valor del pasaje por un boleto, pero ayer este ‘trámite’ fue distinto. En las estaciones recién construidas: Cóndor Ñan, Quito Sur, Cumandá, La Recoleta, Alameda, Santa Clara, Mariana de Jesús, El Florón y La Y ya no se dieron tiquetes como comprobantes del pago.
Ahora en lugar de acercarse a la recaudadora, los pasajeros deben depositar una moneda de USD 0,25 en una máquina y cruzar por el torno. Las personas que pagan la media tarifa deberán canjear las monedas por una ficha especial.
“Utilizar estos equipos permitirá ahorrar tiempo y evitar que se genere basura, por los boletos”, sostuvo Rubén Lozano, asesor técnico de la Empresa Pública de Transporte de Pasajeros Quito (Epmtpq).
Otra de las reformas se evidenció en el acceso desde las estaciones hacia los buses, y viceversa. En el caso de los trolebuses (unidades con antenas), las rampas son más cortas. Esto obliga a los pasajeros a dar pasos un poco más largos.
Los articulados Mercedes Benz, en cambio, conservan las rampas. Estas al tocar con el piso forman un ligero desnivel. Pero, según la previsión de la Epmtpq, el uso de estas unidades será provisional hasta que lleguen los biarticulados.
En estas nuevas unidades ya no se incluirán rampas de acceso. La distancia entre el andén y el bus será de 10 centímetros. El ingreso de personas con movilidad reducida está garantizado, sostuvo Lozano.
La apariencia física de las estaciones difiere de las paradas antiguas. Estas son de cristal transparente. Tienen un relieve en el piso para orientar a las personas no videntes.
Además se instalaron bancas metálicas, tomacorrientes para recargar los dispositivos electrónicos (celulares, tabletas, reproductores de música, baterías portátiles). Cuenta con cámaras de seguridad, monitores y servicio de wifi.
En las pantallas se tiene planificado difundir información a los usuarios, pero ayer, hasta el mediodía, aún no estaban operativas. Lozano explicó que para que este sistema funcione se requiere que haya más monitores habilitados secuencialmente. La señal se transmite a través de fibra óptica.
Patricia Tafur, quien viajó de norte a sur en una unidad del Trole, al llegar al andén de Cóndor Ñan se desorientó al ver que estaba en una infraestructura nueva. Luego revisó la señalética y salió de la estación. “Las paradas lucen mejor, esperemos que la gente cuide”.
Durante los primeros días de operación en las nuevas estaciones, personal de la Epmtpq orientará a los usuarios sobre los cambios. Y guiará a los conductores para que se detengan en los sitios adecuados.
Los recorridos que se hacían en el sur -entre El Recreo y Quitumbe- con los troles y articulados se modificaron. En esta zona, las unidades ya no circulan en el sentido contrario de la vía para evitar posibles riesgos con los peatones.
Para lograr que los conductores de los buses viajen en la misma dirección del resto de usuarios de las vías del sur. En ese tramo se usarán solo articulados, porque estos tienen puertas a ambos lados. Los troles tienen solo al lado derecho.
La habilitación del resto de las estaciones será progresiva a medida que concluyan los trabajos. Hoy está previsto que entre en funcionamiento la estación Amaru Ñan, en el sur.
Una vez que entren en operación los andenes nuevos, las estructuras metálicas provisionales que se utilizaron para embarcar y desembarcar pasajeros se retirarán. La aspiración de la actual administración es que todo el sistema Trolebús, entre Quitumbe y La Y, esté renovado en su totalidad para fines de julio.
Con estas medidas se busca optimizar el servicio de transporte metropolitano. En promedio, en el trole, por día se movilizan 275 000 pasajeros.