Miembros del Cuerpo de Bomberos acudieron al sector de San Roque para rescatar a una persona que ayudó a salir a unos trabajadores de una alcantarilla. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Alrededor de las 09:30, de hoy, lunes 26 de octubre del 2015, José A., de 37 años, pasaba por la esquina de las calles Abdón Calderón y Chimborazo, en San Roque, en el Centro de Quito. Escuchó gritos de personas que pedían auxilio, se detuvo y se acercó a una alcantarilla, que estaba abierta.
Dentro del ducto se encontraban Rafael R., Carlos C. y Mario T. Los tres son trabajadores contratados por la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Alcantarillado (Emmap).
Cuando intentó ayudarles a salir, el hombre -al parecer- perdió el equilibrio y cayó. Cuando llegaron los miembros del Cuerpo de Bomberos, alrededor de las 10:00, el ciudadano ya no tenía signos vitales.
“Aún no se sabe las razones de la muerte, pero se trata de un sistema saturado de gases tóxicos“, indicó Washinton Arce, jefe del Distrito Centro del Cuerpo de Bomberos.
Los trabajadores fueron trasladados a diferentes casa de salud en ambulancias de la Cruz Roja, Cuerpo de Bomberos y Ministerio de Salud, con pronóstico reservado.
Minutos después llegaron los familiares del fallecido. Ellos contaron que el hombre era albañil y, al momento, estaba trabajando en algunas tumbas del Cementerio de San Diego.
Este ciudadano dejó en la orfandad a sus hijos; su esposa está embarazada de dos meses. Vivía en el sector de El Panecillo, comentó su tío Luis Pillajo.
Los vecinos del sector piden mayor atención a las autoridades, en la zona. Manuel Pilamón aseguró que el agua ha saturado la alcantarilla por varios días y en la mañana o en la tarde vuelve a rebosarla.
La vía Abdón Calderón es una calle neurálgica, que une a San Roque y La Libertad, dijo Pilamón. Y con mas razón, finalizó, las autoridades deben poner más atención.
Una unidad del Cuerpo de Bomberos investigará la peligrosidad de los gases, comentó Raúl Hereda.