Migrantes latinos indocumentados esperan por un trabajo en Stamford, Connecticut; lo mismo ocurre en otras urbes. Foto: AFP
Las decisiones migratorias adoptadas por el presidente Donald Trump generan inquietud, principalmente entre quienes no tienen regularizada su situación. Entre las comunidades de latinos más importantes en EE. UU. está la ecuatoriana.
Al conversar vía telefónica con representantes de asociaciones de migrantes, deportivas o sociales, señalan que están a la espera de conocer los alcances, en el corto plazo, de las decisiones de Trump.
Juan Carlos Machuca, abogado de migrantes en el exterior, señala que la preocupación se genera en las personas indocumentadas; es decir, aquellas que ingresaron sin ningún registro. Mientras hay otro grupo que son los ilegales; aquellos que ingresaron por un puerto o aeropuerto de entrada, que fueron registrados por un oficial de Migración, pero se quedaron a vivir. Con ellos habrá que ver lo que pasa.
Mientras aquellos que viven legalmente no tienen de qué preocuparse. Señala que hubiese sido de gran ayuda que Ecuador tenga un Estatus de Protección Temporal con EE.UU., para alcanzar ciertas garantías para los ecuatorianos que viven en ese país. Fue un pedido de varios sectores tras el terremoto de abril del año pasado en Manabí, pero no llegó a concretarse.
Vicente Avilés, periodista que reside en EE.UU. desde hace 44 años, aseguró que la comunidad de migrantes se está agrupando con el propósito de sortear cualquier amenaza. Él confirmó que los latinos no están desamparados, ya que hay alcaldes, sobre todo los de las ‘ciudades-santuario’, que se han manifestado en defensa de los migrantes. A estas urbes se les llama así porque se niegan a compartir información que tienen de inmigrantes indocumentados con las autoridades federales.
Reconoce que en ciertas ciudades hay un ambiente de incertidumbre de lo que pase en el corto y largo plazos. Cuenta que, a través de diferentes organizaciones, los ecuatorianos y latinos reciben talleres para, primero, evitar que se genere un miedo innecesario por la situación y para que sepan afrontar, legal y laboralmente, esta nueva situación.
Manolo Pazmiño, un ecuatoriano residente en Estados Unidos, comentó que por el momento, el actual Mandatario estadounidense no ha hecho cambios que puedan espantar a la comunidad de ecuatorianos residentes en EE.UU.
Pazmiño, de radio La Moda, en Filadelfia, aseguró que los medios de comunicación han generado una suerte de pánico, “lo que hasta el momento ha hecho (Donald Trump) no afecta a nuestra comunidad”.
Desde Los Ángeles, Franklin Figueroa Sr. cree que esta es una oportunidad para que se resuelva el problema de los migrantes. En el caso de los ecuatorianos, dice, hay un buen número que cuenta con los respectivos papeles, por lo que no tendrían por qué temer. “La mayoría de los ecuatorianos que vivimos en EE.UU. es respetuosa de la ley y trabajadora. Son poquísimos quienes tienen problemas con la ley o que están detenidos”. Él reside en ese país desde hace 50 años .
Si bien no hay datos oficiales actualizados de cuántos son, se manejan números aproximados. Hasta mediados del 2013 se hablaba de 650 000 migrantes que viven ya sea con la residencia o con la nacionalidad.Mientras que, una cantidad similar correspondería a los no regularizados. Hasta el 2008, los ecuatorianos sumaban 609 000, según el estudio ‘Ecuatorianos en Estados Unidos’ realizado por el Centro para Estudios Latinoamericanos del Caribe y Latinos de la Universidad de Nueva York, impulsado por la Secretaría Nacional del Migrante.
Las autoridades del Gobierno ecuatoriano se pronunciaron sobre lo que ocurre en EE.UU. El sábado 28 de enero, el canciller Guillaume Long anunció un plan de contingencia consular para defender los derechos de los ecuatorianos ante las nuevas declaraciones del presidente Trump.
Mientras, el presidente Rafael Correa dijo a la radio española Cadena Ser que se debe tener “una postura regional de defensa a la principal movilidad, que es la movilidad humana, la defensa de los DD.HH., recordándole al mismo tiempo que
Estados Unidos ha sido un país de migrantes”.