Padres de familia se organizaron para pintar y adecuar el establecimiento. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Las risas de los niños y el sonido de una antigua sirena que convoca a clases en la Escuela Río Cenepa volvieron a escucharse, tras más de cuatro años de silencio. Los habitantes de Tauri, pequeño poblado situado a 20 minutos de Chunchi, en Chimborazo, dicen que la alegría volvió a la comunidad.
“Cuando cerraron la escuela reclamamos; entregamos documentos en el Ministerio de Educación, pero nadie nos oyó. Los niños sufrieron”, recuerda Flor María Fajardo.
Los 88 niños y adolescentes que acudían a ese centro fueron trasladados a la Unidad Educativa Compud, a 5 kilómetros de distancia.
La gente recuerda que las instalaciones de la escuela quedaron vacías y la comunidad -en la que habitan unas 200 familias dedicadas a la ganadería- permaneció en silencio.
“Aquí no estábamos acostumbrados a separarnos de nuestros hijos pequeños y a mandarlos en buses, sin saber si llegarían o no”, cuenta Jesús Quishpilema, padre de familia.
Los niños se levantaban a las 05:00 y se preparaban para tomar el transporte escolar costeado por el Ministerio a las 06:00, ya que las clases en Compud empezaban a las 07:00. Si se atrasaban debían tomar camionetas o camiones.
“La carretera es peligrosa, la neblina es espesa y hay dos cruces donde siempre ocurren accidentes”, cuenta Fajardo.
La infraestructura propia y en buenas condiciones pesó en la decisión de reabrirla. La escuela, de 56 años de antigüedad, volvió a recibir a los chicos el 21 de enero de 2019.
Dos profesores dan clases a 42 niños, que cursan de primero a séptimo de básica. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Nueve días después, el miércoles 30, el presidente Lenín Moreno anunció que en la primera semana de febrero empezarían a reabrirse las escuelas rurales cerrada desde antes del 2009. En esa época, Moreno era Vicepresidente.
Hasta el 2017 se cerraron y fusionaron 8 033 instituciones educativas, según información del Ministerio de Educación. El proceso fue denominado reordenamiento de la oferta y en algunos casos los alumnos fueron trasladados a las unidades educativas del milenio.
En abril del 2018, el presidente Moreno ya ratificó, a través de su cuenta de Twitter, que dispuso reabrir las escuelas unidocentes, con mejoras. Recibió críticas de su antecesor. Entonces, el exministro Fander Falconí recordó que las escuelas unidocentes y bidocentes nunca dejaron de existir en la década anterior.
¿Cuántos planteles educativos hay en Ecuador? Datos de la Cartera, de abril pasado, indican que son 15 380, incluyendo 2 535 particulares. Es decir, en el país hay 12 845 planteles fiscales. El 50% es unidocente o bidocente (6 446).
“No vamos a condenar a nadie a no educarse. Esas escuelas atienden a niños de comunidades dispersas o de poca población infantil”, dijo Falconí, un año atrás. Y pese a la presión no dio cifras de cuántas escuelas multigrado se reabrirían. Reiteró que todo dependería de un estudio previo.
Milton Luna, ministro de Educación desde el 3 de diciembre, sí dio cifras. Adelantó que se reabrirán mil escuelas rurales en este 2019 y otras mil en el 2020. Para este primer año cuentan con un presupuesto de USD 70 millones.
En la Escuela Río Cenepa, en Chunchi, en donde se espera una inauguración simbólica este jueves 7 de febrero de 2019, los 42 niños reciben clases, divididos en dos grupos. En el primero están quienes cursan el primero, segundo y tercer año de Básica; en el otro, los de cuarto a séptimo año. Hay dos profesores.
El martes pasado, el Ministerio les entregó pupitres nuevos. Sus padres pintaron las aulas, reemplazaron los vidrios rotos y decoraron las aulas con macetas y cuadros. También se organizaron para repartir el refrigerio a las 10:00, con sus propios recursos.
Juan Samaniego, especialista en temas educativos, aplaude la decisión del ministro Luna. “El correísmo, dice, nos vendió la idea de que acabó con ese tipo de educación. Y aún la mitad de escuelas son unidocentes o bidocentes”.
Pero como un siguiente paso consulta: ¿cuál es el plan? Comenta que un programa de acompañamiento pedagógico a profesores multigrado en Esmeraldas lleva tres meses.
“El reto de anunciar que en dos años se abrirán 2 000 escuelas es gigante, porque se requieren respuestas a nivel cualitativo para ellas y para más de 6 000 escuelas multigrado que ya existen en Ecuador”.