La Cámara de Comercio de Guayaquil pidió una audiencia en la Asamblea Nacional para presentar sus reparos al paquete de reformas al Código Laboral. Foto: Camilo Pareja
Washington Paspuel. Redactor
La Cámara de Comercio de Guayaquil solicitó una audiencia con los asambleístas que analizan el paquete de reformas al Código Laboral que presentó el presidente Rafael Correa el pasado sábado en Guayaquil.
Los directivos del gremio se pronunciaron este jueves 20 de noviembre, en su sede, sobre aspectos de las cinco propuestas de reforma laboral con las que no están de acuerdo o muestran reparos.
Pablo Arosemena, presidente de la Cámara dijo que las reformas se las ha debatido poco.
“Queremos una ley laboral que sea consensuada, que sea justa para los trabajares, pero también justa para los empleadores.”
Las propuestas entregadas por Correa a la presidenta de la Asamblea Gabriela Rivadeneira, en una concentración el sábado 15 de noviembre, involucran cambios que, a decir de la Cámara de Comercio de Guayaquil, debieron debatirse con más profundidad. “Nosotros creemos que el dialogo es importante, sobretodo en temas tan sensibles como el laboral. Debe ser un diálogo verdadero, no simulado”.
Sobre la propuesta del contrato indefinido, Arosemena consideró que la figura actual de contrato fijo es la más adecuada para los trabajadores, especialmente para los menos calificados. “(Con la figura del contrato indefinido) entran en desventaja las personas que están iniciándose en el mercado laboral por primera vez, la gente más joven.”
Con relación a la propuesta de mensualización de los décimos, Juan Carlos Díaz-Granados, director del gremio manifestó que no es un cambio que vaya a afectar a las empresas. Sin embargo, puntualizó que podría generar preocupación cuando esos décimos mensualizados ingresen al empleado, y este se olvide cuál era su finalidad original.
Los directivos cuestionaron la propuesta de reforma que impone topes salariales. “Si una empresa le paga a sus trabajadores de acuerdo a las tablas sectoriales, y cumple con todas las normaitvas laborales, por qué el Poder Ejecutivo presenta un proyecto en el que trata de tener una injerencia en la administración de una empresa, para establecer un tope de sueldo”, manifestó Arosemena.
En ese sentido sostuvo que resultaría contraproducente imponer un tope a los salarios de los altos ejecutivos de las empresas, porque podría ocasionar que estos migren hacia otros países. “Hablamos de ejecutivos que generan crecimiento para la empresa y, por ende, más fuentes de trabajo. Hay quienes tienen una habilidad especial, y las empresas compiten por esos ejecutivos. Esos talentos optarán por irse a otros países”.