El ‘Rey del Timbal’ será recordado en el Teatro México

Nacido en Harlem, en los años en el que el jazz empezaba a sonar entre las comunidades afrodescendientes de Nueva York, Tito Puente se convertiría en uno de los mayores difusores y referentes de la música latina en EE.UU.

Sin su legado, artistas latinos como Carlos Santana, Celia Cruz o Marc Anthony se habrían encontrado con un mercado menos receptivo. El trabajo de Puente se podría resumir como la popularización de la fusión de estilos musicales estadounidenses con ritmos latinos.

Sus padres eran puertorriqueños, pero el ritmo no lo heredó de ellos. El pequeño Ernesto era hiperactivo, por lo que su madre tuvo que inscribirlo en lecciones de piano para que canalice mejor su energía. Aunque quería ser bailarín, una lesión en el tobillo cambiaría su rumbo.

A los 10 años descubrió los timbales, instrumento que le acompañaría hasta el día de su muerte, en junio del 2000. Incansable y alegre son dos adjetivos que también estarían con él siempre.

Durante las seis décadas que estuvo activo musicalmente nunca habría tomado vacaciones. Su trabajo lo apasionaba, grabó una centena de álbumes y daba conciertos casi todos los días del año. Esto se reflejaría en cinco premios Grammy, un premio a la trayectoria del Museo Smithsonian, una medalla del Fondo Nacional de las Artes de EE.UU., entre otros reconocimientos.

El padre de la salsa y jazz latino se dio a conocer en los años 50, en una época en la que el mambo dominaba las radios. Reflejando su personalidad, creó composiciones de un mambo más rápido, pero lleno de energía. Los temas Barbarabatiri, El Real del Timbal, Mambo la Roca y Mambo Gallego, entre otros, se abrirían paso fácilmente, hasta consolidarse como éxitos.

En los 60, su nombre ya estaría establecido como uno de los más influyentes del movimiento de la fusión latina. En los 70 se enfocaría en el rock latino y en los 80 en la salsa. Pero durante sus últimos años, el jazz latino le habría robado el sueño.

Colaboró con grandes músicos como Buddy Morrow, Celia Cruz, La Lupe y Carlos Santana. Durante el embargo, Puente mantuvo vivos los ritmos cubanos en EE.UU.

Sus pasos también marcaron a Nueva York. En el centro de la ciudad, ya en los 50, la música latina era tendencia. El Palladium fue el escenario en el que Puente ayudó a abrir el mercado para los músicos latinos. Después, más discotecas y bares temáticos se abrirían.

15 años después de su fallecimiento, el Teatro México (Sur de Quito) será el escenario de un tributo al reconocido músico. La orquesta Big Band del Conservatorio Nacional de Música hará un recorrido por los temas insignes del afamado timbalero.

Larry Salgado está a cargo de los arreglos y la dirección de la función. Este jueves 29 de enero, desde las 19:30, más de 20 músicos entrarán a escena para ofrecer un concierto en homenaje a uno de los grandes de la música latinoamericana.

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