Cuando este proceso ocurre más rápido de lo normal, puede ser una señal de un mayor peligro de fractura de cadera e, incluso, de enfermedad cardiovascular.
Así lo advierte un estudio publicado en el Journal of Bone and Mineral Research la semana pasada, en el que se concluye que los hombres mayores de 70 años que pierden 5 o más centímetros de altura en dos años, tienen 54% más riesgo de sufrir una fractura de cadera en los próximos 48 meses.
En las mujeres que sufren una pérdida similar en igual período de tiempo, el riesgo es 21% mayor que en aquellas que disminuyen su talla a velocidad normal.
Los datos fueron extraídos de más de 3.000 adultos que participan en el Framingham Heart Study, una gran investigación de largo aliento, que desde 1948 evalúa el estado de salud de un grupo de habitantes de ese pueblo de Massachusetts, en EE.UU.
“Es un tema interesante, aunque poco evaluado por los médicos; porque no siempre en las consultas los pacientes son medidos”, comenta el doctor Homero Gac, vicepresidente de la Sociedad de Geriatría de Chile.
“El origen de la pérdida fisiológica de altura está dado por una disminución de la elasticidad y altura de los discos intervertebrales (que son como cojines gelatinosos que están entre las vértebras); también por la disminución de la masa muscular y de su fuerza extensora”, explica el geriatra.
Asimismo, cambios posturales por posiciones incorrectas y prolongadas en el tiempo pueden modificar la altura. Por ejemplo, en no pocas personas aumenta la curvatura de la columna (cifosis).
Según el estudio de Framingham, este fenómeno puede alertar a los médicos sobre la presencia de osteoporosis. Y eso no es todo.
Una investigación publicada en Archives of Internal Medicine en 2006 encontró que los hombres que pierden 2,5 cm o más de altura en 20 años eran 46% más vulnerables a sufrir un infarto cardíaco.
A juicio del doctor Sundeep Khosla, endocrinólogo de la Clínica Mayo en Rochester y presidente de la Sociedad Estadounidense para la Investigación Ósea y Mineral, tanto en hombres como mujeres muchas de las enfermedades del envejecimiento -como osteoporosis, enfermedad cardíaca y respiratoria- van de la mano. “Si tienes una, se incrementa la probabilidad de tener otra”.
Por eso, promueve hacer controles de altura de rutina en la tercera edad, para advertir problemas de salud.
Una manera de evitar una pérdida de estatura es con ejercicio regular y una nutrición saludable con calcio y vitamina D. En cambio, el tabaquismo, el alcohol o la cafeína en exceso y las dietas, empeoran las cosas.
Diferencias de alturaEn Chile, estudios de altura promedio en población general adulta mayor establecen como promedio una estatura de 163,8 cm en hombres y 148,5 en mujeres, según un análisis hecho por investigadores del INTA.
“Esto es muy interesante de contrastar con el estudio hecho en la UC por el equipo de geriatría en población adulta mayor sana y con un envejecimiento exitoso, donde la altura fue de 169,7 en hombres y 154,5 en mujeres”, dice el doctor Homero Gac.
“Esto abre las puertas para pensar que el envejecimiento exitoso se correlaciona con una mayor altura alcanzada o con una menor pérdida de altura al envejecer”.