El primer martes de mayo se celebra el Día Mundial del Asma (este 2024, el 7), una fecha establecida en 1999 por la Iniciativa Global contra el Asma (GINA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar sobre esta enfermedad respiratoria.
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El objetivo es involucrar a los pacientes en el control de esta enfermedad crónica a través del aprendizaje de los riesgos y cómo actuar en caso de crisis asmática. Te contamos más sobre esta enfermedad a continuación.
Historia del Día Mundial del Asma
La fecha tuvo su origen en la Reunión Mundial sobre el Asma de 1998 en Barcelona, España. Según la GINA, la efeméride se conmemora siempre los primeros martes de mayo.
La elección de la fecha coincidió con la primavera en el hemisferio norte, estación en la que los alérgenos tienden a aumentar, lo que resulta relevante dado que pueden desencadenar síntomas de asma.
Desde ese entonces se ha convertido en uno de los eventos principales para reflexionar y educar sobre esta enfermedad a escala global.
En el asma la clave es la educación
“La educación sobre el asma empodera” es tema central para el Día Mundial del Asma 2024. El lema destaca la importancia de educar a las personas para controlar su enfermedad y reconocer cuándo buscar ayuda médica.
Esta información, proporcionada por la página oficial de GINA, resalta la urgencia de fortalecer el conocimiento sobre esta afección respiratoria. Se insta a los profesionales de la salud a aumentar su conciencia sobre los desafíos comunes del asma.
También, la importancia del manejo efectivo, especialmente en países con ingresos medianos y bajos, donde la falta de acceso a medicamentos inhalados contribuye a altas tasas de mortalidad. En este contexto, se hace un llamado a los responsables políticos y a la industria farmacéutica para garantizar la disponibilidad global de los tratamientos.
Lo que necesitas saber del asma
Según la Clínica Mayo, el asma es una afección en la que las vías respiratorias se estrechan e hinchan. Esto puede dificultar la respiración y provocar síntomas como tos, sibilancias y falta de aire.
El asma puede variar desde una molestia menor hasta un problema significativo que afecta las actividades diarias y pone en riesgo la vida. Aunque no tiene cura, los síntomas pueden controlarse.
Es fundamental colaborar con profesionales de la salud para monitorear los signos y ajustar el tratamiento según sea necesario. Los síntomas varían en cada persona, desde ataques esporádicos hasta síntomas persistentes, con desencadenantes específicos como alérgenos, infecciones respiratorias y actividad física.
Identificar los signos de empeoramiento del asma, como dificultad creciente para respirar o el uso más frecuente del inhalador de alivio rápido es crucial. Para prevenir ataques asmáticos, es importante seguir un plan de acción en el que se identifiquen y eviten desencadenantes conocidos; así como se controle la respiración y la toma medicamentos según lo prescrito por el médico.
Consejos para protegerse del aire contaminado
En Quito y en muchas otras grandes ciudades, la calidad del aire puede estar afectada por agentes como el esmog, el polvo u otros contaminantes. Esto puede exacerbar los síntomas en personas con condiciones respiratorias como el asma.
A decir de la otorrinolaringóloga Marcela Guadalupe, es fundamental usar mascarillas al salir a espacios abiertos debido a la alta concentración de contaminantes en el ambiente. Especialmente para aquellos que sufren enfermedades respiratorias como la rinitis alérgica o el asma.
Es importante que las personas con problemas respiratorios tengan a mano sus medicamentos recetados como medida preventiva ante posibles episodios desencadenados por la contaminación ambiental. La especialista señala que los cuatro síntomas comunes asociados a la contaminación son escozor en los ojos, estornudos, picazón y secreción nasal.
Para evitar estos síntomas, es recomendable evitar la exposición directa al aire contaminado, así como utilizar gafas y pañuelos para proteger los ojos y las vías respiratorias.