Una de las labores de las mujeres invitadas como “madrinas del programa”, según González, será apoyar en la búsqueda de terrenos para la edificación de las casas. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
La mesa estaba servida en el Palacio de Carondelet, en el Centro Histórico de Quito, para recibir a las mujeres representantes de municipios y prefecturas de Pichincha, Imbabura, Carchi y Santo Domingo de los Tsáchilas. Se podría decir que en el menú también había un pedido de apoyo de parte de la primera dama, Rocío González de Moreno. El objetivo es consolidar el programa Casa para Todos, impulsado por el presidente Lenín Moreno.
Las alcaldesas, esposas de los alcaldes y prefectos y delegadas se dieron cita para conversar sobre este programa social, que es parte del programa Toda una Vida. La iniciativa consiste en la edificación de 532 000 viviendas; de las cuales 191 000 serán destinadas a las personas con menores recursos económicos. Estas serán gratuitas.
Una de las labores de las mujeres invitadas como “madrinas del programa“, según González, será apoyar en la búsqueda de terrenos para la edificación de las casas. Comentó que la vivienda es una solución para enfrentar los problemas de las familias ecuatorianas como el hacinamiento.
Otras de las acciones que deberán realizar es dar seguimiento y constituirse en veedoras del proceso de construcción. Es decir, estar presentes en “antes, durante y después” del levantamiento de las casas. Para González, el después también es importante porque se debe fortalecer la convivencia en dichos espacios.
La cita de las representantes de las diferentes localidades se dio cerca de las 15:30 en el salón de los Banquetes, en la Presidencia. A este espacio llegaron cerca de 25 mujeres, quienes escucharon la propuesta de la Primera Dama.
Según Andrea Sarmiento – esposa de Julio Robles, alcalde de Tulcán -, la iniciativa de González es interesante, ya que por primera vez se toma en cuenta a las esposas de las autoridades municipales. No solo eso, ya que, se pensó en sectores vulnerables para la entrega de las viviendas.
En esta localidad del norte del país ya se dieron los primeros pasos para la consolidación del programa Casa para Todos. En la primera sección ella entregó los planos de los terrenos municipales para construir 200 casas (en su primera etapa). Esperan la respuesta de la Primera Dama para arrancar con el proyecto.
Una visión similar tiene Sandra Monje, esposa del alcalde de Ibarra, Álvaro Castillo. Para ella, esa iniciativa hacía falta, ya que es un signo de diálogo entre los diferentes sectores del país. En su caso, conformaron una compañía de vivienda para viabilizar la construcción de las casas. Además tienen algunos terrenos con servicios básicos para ejecutar el proyecto. “Tenemos el espacio para que las personas tengan un espacio para vivir bien”.
Una de las ausentes fue la esposa del alcalde de Quito, Mauricio Rodas. María Fernanda Pacheco, presidenta de la Unidad Patronato San José, no pudo acudir por inconvenientes personales. Ella tuvo que salir del país por un tema familiar, explicó Pacheco a EL COMERCIO. “Delegamos a dos personas para que estén presentes en el almuerzo”. Cuando Pacheco regrese – dice – se comunicará con la Primera Dama para actuar de forma conjunta en materia de trabajo social.
En un almuerzo pasado, Pacheco se reunió con el presidente Moreno y compartieron la visión de “tener la oportunidad de cambiarle la vida a personas por medio de proyectos sociales”.
Pacheco, además, dijo que esta iniciativa es una posibilidad para crear abrir espacios de comunicación constantes entre la Municipalidad y el Gobierno central. El Patronato apoyará en la identificación de familias en situación de vulnerabilidad. Además buscará colocar guaguacentros, puntos 60 y Piquito y demás cerca a las viviendas que construya el Gobierno.