El origen del nombre de San Lorenzo del Pailón

La ubicación. San Lorenzo, en la Costa Occidental de la Real Audiencia de Quito (1750). Pedro Vicente Maldonado. Foto: commons.wikimedia.org

La ubicación. San Lorenzo, en la Costa Occidental de la Real Audiencia de Quito (1750). Pedro Vicente Maldonado. Foto: commons.wikimedia.org

La ubicación. San Lorenzo, en la Costa Occidental de la Real Audiencia de Quito (1750). Pedro Vicente Maldonado. Foto: commons.wikimedia.org

A nivel nacional, los estudios sobre toponimia y antroponimia son muy escasos. De allí que, cuando de escribir monografías locales se trata, uno de los problemas es la interpretación antojadiza de las nominaciones de pueblos y ciudades del Ecuador.

Para el caso que nos ocupa, la provincia de Esmeraldas posee una de las más ricas historias ancestrales que no ha sido recogida en su real dimensión. Hay varios estudios que, en su gran mayoría, visualizan el aspecto afro a partir de Alfonso de Illescas, en el siglo XVI, pero no hay referencias anteriores, con excepción de los estudios arqueológicos sobre la cultura Tolita (500 a.C.-500 d.C.), lugar en el cual se encontró la gran máscara funeraria de oro en forma de sol que reposa en el Museo Nacional del Ministerio de Cultura.

Sin lugar a dudas, los estudios más serios en etnolingüística los realizó Jacinto Jijón y Caamaño, en su imponderable obra ‘El Ecuador Interandino y Occidental’, en cuatro tomos, publicados desde 1941. De sus conclusiones, Carlos Emilio Grijalva logró su inmejorable trabajo titulado ‘Toponimia y Antroponimia de Carchi, Obando, Túquerres e Imbabura’ (1947); luego, Eduardo ­Martínez, su libro ‘Carchi, problema y posibilidad’ (1970), para citar algunos autores influenciados por su gran trabajo.

Sin embargo, no conozco de producción alguna posterior efectuada por estudiosos nacionales sobre las lenguas de la zona noroccidental del Ecuador. Es posible que las haya, pero no tienen difusión; en tanto que varios extranjeros, como el estadounidense James Words (1985), el francés Pierre Maugould (1987) y el italiano Luigi Maldorini (1991), trabajaron tesis doctorales sobre lingüística. Sus copias fueron recogidas por el padre Julián Bravo, director de la Biblioteca Ecuatoriana Aurelio Espinosa Pólit, en cuyos archivos reposan. Estudiaron expresiones idiomáticas de los cayapas, tsáchilas y rasgos del pueblo coaiquer, localizado en la zona de la actual parroquia de Tobar Donoso, cantón Tulcán, provincia del Carchi.

Al padre Juan de Velasco, en su ‘Historia del Reino de Quito’, le debemos la primera clasificación de los pueblos precolombinos, particularmente los que habitaron en el territorio que ahora es el Ecuador. Para el caso de la zona noroccidental, tenemos “Tacames o Atacames, que ocuparon después los Caras y que posteriormente fue poblado por las tribus de los Esmeraldas, Quaquis, Silanchis y por otros, como también los de Tumaco y de la Tola y tierra adentro los Qoaques, Colimas, Pimpaguaces, Pechancinchis; Jaramijoes, Yambes, Intas y Cayapas” (Juan de Velasco, obra citada, Vol. IV, Quito, 1841, pp 1-5). Todos ellos hablaban diferentes dialectos, pero se entendían por medio de expresiones afines, sobre todo cuando realizaban transacciones comerciales. (Maldorini Luigi, ‘Los dialectos cayapas’, Tesis doctoral, Universidad de Padua - Italia, 1991, p. 54, BAEP.)

Jijón y Caamaño (obra citada, Quito, Editorial Ecuatoriana, 1941, pp, 152-160) afirma que la lengua utilizada de manera común por los pueblos de la zona noroccidental del actual Ecuador era el coayquer (Ibid. p. 152), la misma que fue estudiada inicialmente por el francés André, quien llegó a América entre 1875 y 1876. Considera que esta lengua corresponde al grupo caribeño de los Barbacoas, perteneciente a la familia de los chibchas centroamericanos.

“Una de las principales características de los nativos de la zona esmeraldeña contigua a la población de Atacames, era poner los nombres según la condición física del lugar, lo que podríamos conocer como topónimos” (Pierre Maugould, Tesis doctoral, Universidad de Lyon, 1987, p. 76, BAEP). Por ejemplo, Te­lembí se componía de las voces telem=selva muy tupida; y bi=agua, por lo que podría entenderse como río en cuyas riberas hay un boscaje muy compacto. Toda terminación bi, chi, pi, qui en lengua
coay­quer significa agua, conforme lo señala Jijón. (Ambuquí, Cochasquí, Pinsaquí, Sangolquí, Picalquí, para citar ejemplos de lugares de la región Sierra).

La actual zona de San Lorenzo era conocida antiguamente como “pailón”, que descompuesta equivaldría a: pail=olla y on=calor intenso. Lugar que es como una olla por el calor sofocante. (Ibid. Jijón, p. 156).

La primera información que tenemos sobre la existencia del pueblo de El Pailón la debemos a fray Gaspar de Torres, religioso mercedario, quien en 1596 fue designado como misionero entre los cayapas “…que con licencia del Presidente y oidores della en nombre de su majestad van a hacer poblar y atraer (…) (al) real servicio de los caciques cariapas e indios a él sujetos y los demás de aquellas provincias y confines de Lita (sic)..” ( Joel Monroy, ‘El Convento de la Merced de Quito’, 1534-1617, Quito, Editorial Labor, 1938, pp. 319-327).

“En llegado a un sitio muy sofocante de calor inmenso que llaman del paílón que está en los confines mismo cerca de la mar Pacífico, desde el cual es fácil trasladarse en chalanas hasta la tierra de Tumaco y pueblos cercanos a los cayapas y más dellos que son ricos en oro y maderas, pero cuyos habitantes guardan conflicto entre sí por las poscesiones de las minas, razón por la que tuve (fray Gaspar de Torres) mucho que sufrir por estos desacuerdos promovidos por codiciosos caciques que lo único que buscan es tener mando sobre los demás, incluso con riesgo de mi vida que en más de una ocasión estuvo en peligro si no hubiese habido la mano de don alonso gualapianguo, casique de lita, quien me favoresció en más de una ves … (sic)” (Informe de fray Gaspar de Torres al Comendador del convento de Quito, Archivo del Convento Máximo de La Merced, Informes varios, 1598-1600. Hoja 76).

“En llegado al pueblo del pailón en el día 10 de agosto, fecha del mártir San Lorenzo, púsele este nombre en recuerdo de su martirio en la parrilla, el cual queda bien con el sofocante calor que hay en el dicho pueblo con lo cual se puede decir que ya tiene santo protector y saber que se puede utilizar como tambo para la misión de llevar la palabra de Dios a destos pueblos que están regados por todos estos ríos grandes y pequeños que bajan de las montañas de lita y el citado pueblo de pailón que guarda las espaldas. (sic).” (Ibid. hoja 92).

El 22 de marzo de 1978, el pueblo de San Lorenzo del Pailón es elevado a la categoría de cantón de la provincia de Esmeraldas.

* PhD. en Antropología. Historiador . Autor de varios textos sobre historia nacional.

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