En la comuna Chigüilpe, los niños aprenden a tocar los instrumentos de su nacionalidad, en la Escuela Tolón Pelé. Foto: Juan Carlos Pérez y Cortesía de Tolón Pelé
Los niños y jóvenes tsáchilas han mostrado mayor interés en los temas culturales, artísticos y periodísticos desde hace cinco años, según la Gobernación tsáchila.
La radio tsáchila Sonba Pamin, que difunde contenidos musicales y culturales, despertó ese acercamiento.
La estación radial también ha motivado que los jóvenes aprendan locución y el manejo de redes sociales publicitarias. “Lo que más me gusta de la radio es que podemos recuperar nuestra cultura. En cada programa tratamos de recordar hechos históricos de la nacionalidad, canciones o leyendas típicas”, señaló el locutor tsáchila, Adrián Sauco.
Además, la radio ha ayudado a publicitar a las orquestas y bandas nativas. En la nacionalidad hay cinco grupos musicales, integrados por niños y jóvenes tsáchilas.
Una de ellas es Generación Tsáchila, que está integrada por Félix, Manuel, Jesús, Alexander, José, Cristina y Jéssica Aguavil. Ellos viven en la comuna Cóngoma Grande y combinan el gusto por la música con sus estudios y las labores del campo.
“Hemos combinado nuestros instrumentos, como la marimba, con el bajo, el piano, los timbales y la batería”, contó Félix Aguavil, vocalista de la agrupación. Él señala que cantan varios ritmos, como la chicha, tecnocumbia, merengue, pero en su idioma.
Ellos no solo tocan en las fiestas de las siete comunas tsáchilas sino que también son contratados para presentaciones en El Carmen, La Concordia, Buena Fe y las parroquias rurales de Santo Domingo.
Otra agrupación tsáchila que también tiene acogida es el conjunto musical Bonkoro Tenka. Ellos, al igual que Generación Tsáchila, buscan rescatar el idioma cantando en su idioma tsa’fiki los populares sanjuanitos, cumbias, paseítos y ritmos tropicales.
Cuando Bonkoro Tenka se presenta en las comunas, los nativos se ponen nostálgicos porque escuchan sobre las costumbres y animales que existían en su territorio.
Esta revisión del pasado habla de las abundantes flora y fauna y de los cristalinos ríos que ahora están amenazados por la acción del hombre y también están contaminados.
Otra forma de rescatar las costumbres tsáchilas es con la actuación en el teatro. Los niños y adolescentes de la Unidad Educativa Tomás Rivadeneira, de la comuna El Poste, montan dramatizaciones sobre las leyendas tsáchilas.
Actualmente, ensayan una obra sobre cómo empezó la relación entre los mestizos y nativos. El estudiante José Calazacón contó que el guión que interpretan narra la historia de un grupo de tsáchilas que vivía cerca de los santodomingueños.
Un día, los mestizos fueron atacados por un animal salvaje y pensaron que los tsáchilas eran los responsables. Entonces se inició una guerra entre las dos familias. Pero un día descubrieron a la bestia y entre todos lograron vencerla. “Según nuestros antepasados, así se inició en verdad nuestra relación con los mestizos“, señaló Calazacón, de 14 años.
Según la socióloga Maritza Nivicela dos factores han cambiado la rutina de los tsáchilas. Primero que la cercanía a la ciudad hizo que descubrieran nuevas expresiones artísticas.
La otra es el turismo, porque les ha permitido perder el miedo a hablar en público y aprender mejor el español. “Los niños y jóvenes son como una esponja que absorben los conocimientos muy rápidamente. Lo bueno es que utilizan el arte para expresar sus costumbres y tradiciones”.
Los jóvenes de esa comuna también participan en un curso de redacción de guiones y manejo de cámaras.