En Ibarra, el Municipio reconoció la trayectoria y el aporte del artista plástico Gilberto Almeida al desarrollo cultural del cantón. Foto: Archivo.
El pintor Gilberto Almedia Egas es velado hoy, 21 de abril de 2015. Ayer, falleció a las 22:00 en su ciudad natal Ibarra, provincia de Imbabura, situada en el norte del Ecuador.
El artista tenía 86 años. La noticia de su muerte causó tristeza en Imbabura. El escritor Juan F. Ruales considera que el país pierde uno de los grandes exponentes de la plástica.
“Conocí a Gilberto en 1970. Era parte de una generación de escritores y artistas del Grupo Van (Vanguardia), que no estaban de acuerdo con la postura oficialista de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, de aquel entonces”.
Sus últimos años vivió en su casa del barrio Bellavista de San Antonio, al sur de la capital imbabureña. Amante de la pintura, la arqueología y la literatura, Almeida casí no salía de su vivienda.
Ahí tenía un amplio taller que construyó con la idea de abrir un museo, para exponer el arte precolombino y contemporáneo. Ese fue uno de los temas que nunca lo pudo concretar.
En los últimos años pintaba a un ritmo más pausado, que en su juventud. Pero no cambió la calidad con la que dio forma y color a los cuadros, como lo hizo con la serie de puertas, indios portentosos y centauros andinos que le dieron fama.
Desde 1957 cuando se destacó en el concurso Mariano Aguilera, de Quito, sumó varios reconocimientos. Entre los más importantes están los primeros lugares en los salones de arte: de Octubre, de Guayaquil; Murales y Esculturas, de Quito; de Julio, en Guayaquil, entre otros.
Juan F. Ruales considera que la obra de Almeida es tan representativa como la de Oswaldo Guayasamín, Oslwado Viteri, Eduardo Kigman, Aníbal Villacís, Hugo Cifuentes…
El contacto con ese gurpo le permitió madurar su concepción armónica, su composición y su cromática.
F. Ruales recuerda un cuadro en particular del pintor ibarreño cuya temática es la de un hombre conquistando la luna. “Ese adorna una de las oficinas de la Agencia Espacial de los Estados Unidos (NASA). Otros se exhiben en museos de Europa”.
Los críticos de arte siempre destacaron que Gilberto Almeida nunca se desarraigó de la cultura ancestral e identitaria de Imbabura y Ecuador. Su obra es un homenaje y alegoría al trabajo y a la lucha del hombre andino, especialmente del campesino y del indígena.
El 5 de febrero último, recibió una nueva condecoración. El Municipio de Ibarra le entregó una presea en reconocimiento a su aporte a la cultura. Lo hizo durante una muestra en la Sala de Exposiciones de la Prefectura de Imbabura. Esa fue la penúltima vez que la ciudadanía pudo disfrutar de la maestría de sus trabajos. La última fue el Museo Textil Imbabura.