Más allá de ser un instrumento musical, la marimba se ha reivindicado como un elemento de reivindicación de la cultura afroesmeraldeña. Foto: Archivo.
En el siglo XVII, los sacerdotes apostados en la provincia de Esmeraldas arrojaban las marimbas a los ríos porque los consideraban instrumentos demoníacos. Los mismos hechos se repitieron en el siglo XX, en la década de los cuarenta. Sin embargo, el pueblo afroesmeraldeño siempre se resistió a la perdida de esta expresión cultural que ahora forma parte de su ADN.
Hoy, 2 de diciembre de 2015, durante la X Sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se realiza en Namibia (África), la marimba afroesmeraldeña entró a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de Humanidad, de Unesco. Un reconocimiento que no solo incluye al instrumento sino al conjunto de conocimientos y saberes que están a su alrededor.
Una de las personas que más se ha involucrado en la investigación de la marimba es el antropólogo Pablo Minda. Él estuvo a cargo de armar parte del expediente que se presentó a Unesco. Una candidatura binacional entre Ecuador y Colombia titulada ‘Músicas de marimba, cantos y danzas tradicionales de la región del Pacífico Sur colombiano y la provincia de Esmeraldas de Ecuador’.
Durante cuatro meses, Minda trabajó en una investigación en la que intervinieron más de 400 personas, entre ellos decenas de portadores -cantores, arrulladores y promotores culturales-, guardianes de los saberes vinculados a la marimba. Una de las cosas que se hicieron visibles con esta investigación es que para los afroesmeraldeños la marimba no es solo un instrumento, sino una expresión cultural que articula un conjunto de otras manifestaciones.
Los arrullos que se cantan a los santos, las salves que se entonan cuando muren las personas adultas o los chigualos que se afinan cuando fallecen los niños son algunas de las expresiones religiosas que se han construido en torno a este instrumento.
Minda subraya que la investigación que dirigió tiene un enfoque semiótico cuyo objetivo fue superar el mundo de lo folclórico. “En mi investigación se muestra que hay dos lecturas de la marimba: la que realizan sus portadores y la que hacen personas externas que la conciben solo alrededor del baile”.
Para Ruth Roos, catalogadora de patrimonio inmaterial, del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) este reconocimiento permitirá la recolección de fondos para fortalecer los proyectos de salvaguarda en relación a la marimba. Un instrumento que tradicionalmente ha sido elaborado con chonta y caña guadua.
Minda subraya que en la actualidad hay jóvenes que las fabrican con tubos de PVC. Lo importante -dice el investigador- no es el origen ni el material del que está elaborando sino el significado que tiene para el pueblo afroesmeraldeño.
Declaratorios del Ecuador a escala mundial
– Quito, Patrimonio Cultural de la Humanidad (1978)
– Las Islas Galápagos, Patrimonio Natural de la Humanidad (1978)
– Parque Nacional Sangay, Patrimonio Natural de la Humanidad (1983)
– Cuenca, Patrimonio Cultural de la Humanidad (1999)
– Patrimonio oral y manifestaciones culturales del Pueblo Zápara, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial (2001)
– Saber ancestral del tejido tradicional del sombrero fino de Paja – Toquilla, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (2012)
– Sistema Vial Andino Qhapap Ñan, Patrimonio Cultural de la Humanidad (2014)
– En la mirada del otro: Acervo documental del Vicariato Apostólico Salesiano en la Amazonía ecuatoriana, 1890-1930, Memoria del Mundo, Patrimonio Documental de la Humanidad (2015)