Borges, estudiante de psicología e integrante de una familia adinerada, fue visto por última vez el 27 de marzo en su casa de la ciudad de Río Branco. Su padre encontró las paredes de su habitación pintadas con mensajes y 14 libros escritos en un lenguaje no identificado, que ahora cientos de jóvenes en Internet y redes sociales intentan desentrañar en busca de algún mensaje oculto. Foto: Captura de pantalla
Athos Borges, el padre del joven brasileño que desapareció dejando 14 cuadernos escritos en clave, anunció sus planes de publicar los libros encriptados que escribió su hijo y que han desatado una gran atención mediática en Brasil, según informó el sábado 8 de marzo del 2017 el diario Folha de Sao Paulo.
El caso de Bruno Borges adquirió tal atención en Brasil que los familiares del joven y Fabrizzio Sobreira, el delegado policial que se encarga del caso, habrían incluso firmado un contrato de exclusividad con un programa de TV Globo, el canal más importante del país, para contar la historia.
Borges, estudiante de psicología e integrante de una familia adinerada, fue visto por última vez el 27 de marzo en su casa de la ciudad de Río Branco, en el estado de Acre, uno de los más remotos e aislados de Brasil, cercano a Bolivia.
Al ingresar a su habitación, antes de reportar su desaparición, su padre encontró las paredes pintadas con mensajes y 14 libros escritos en un lenguaje no identificado, que ahora cientos de jóvenes en Internet y redes sociales intentan desentrañar en busca de algún mensaje oculto.
Además de los cuadernos en clave y los mensajes pintados, Borges también conservaba en su habitación una escultura valuada en más de USD 2 200 del astrólogo italiano Giordano Bruno (1548-1600), quien fue quemado en la hoguera durante la Inquisición. Foto: Captura de pantalla
Su padre, sin embargo, cree que su hijo se encuentra bien. “Él puede estar en una tribu, en el Santo Daime (religión sincrética brasileña que fomenta el consumo de plantas de efecto psicotrópico), en casa de un vecino, pero yo creo que está bien”, dijo Athos, de 58 años, sobre su hijo Bruno, que lleva 12 días desaparecido.
Además de los cuadernos en clave y los mensajes pintados, Borges también conservaba en su habitación una escultura valuada en más de USD 2 200 del astrólogo italiano Giordano Bruno (1548-1600), quien fue quemado en la hoguera durante la Inquisición.
La escultura de Bruno fue realizada por el peruano Jorge Rivasplata, de 83 años. El artista, que admitió que ya está preparando un busto del joven, contó a Folha: “Él me pedía que no le preguntara mucho por su proyecto”.
Otros vecinos de Borges, además, relataron al periódico que el joven leía mucho, desde Adolf Hitler hasta la cosmovisión de la religión espiritista y esotérica Umbanda, y que en repetidas ocasiones ya había manifestado su idea de “desaparecer un tiempo”.
Marcelo Ferreira, un amigo de Borges, describió: “Yo lo ayudé a pintar el cuarto. Él trabajó vorazmente: no comía en algunos días que escribía en las paredes, techos y muebles. Esto vino a través de una experiencia mística que Bruno tuvo en un éxtasis divino”.