Sin necesidad de anestesia o bisturí, empieza la cirugía. Dos manos insertan una banda en el estómago de la paciente separándolo en dos partes y reduciéndolo a la mitad.
El quirófano es un consultorio, la camilla, en este caso, es un colchón colocado sobre el suelo y una manta como abrigo, la operación se desarrolla en la mente del paciente. Después de 50 minutos, la banda gástrica virtual fue colocada con éxito.
Una vez que la doctora apaga la grabación, Camila Ordóñez se despierta de su profundo trance. Esta fue su segunda sesión de refuerzo, porque el implante ya se encuentra dentro de su organismo. Lo siente en su estómago y aunque a veces intenta comer como lo hacía antes, ahora se llena rápidamente.
Después de tratar con todo tipo de tratamientos convencionales y dietas, estaba resuelta a someterse a una operación quirúrgica, hasta que una amiga le comentó acerca de esta alternativa.
A través de hipnosis y relajación profunda, la terapia es una opción a las técnicas invasivas, tradicionalmente conocidas como las más eficaces para lograr la figura deseada. La banda gástrica virtual es un método que trabaja directamente sobre la mente del paciente, logrando que este crea que su estómago realmente se ha reducido.
Durante las sesiones la persona se acuesta, se coloca unos audífonos y empieza a escuchar la grabación de Armando Charovsky, creador del método. La primera parte de la terapia es la relajación y posteriormente recibe explicaciones de cómo debería modificar sus hábitos alimenticios.
Varinia Valencia, especialista en hipnosis clínica reparadora, afirma que es un método muy útil ya que no obliga a las personas a hacer una dieta o cambiar su comportamiento, todo lo hacen voluntariamente.
Se ataca la raíz del problema, como lo explica el hipnoterapeuta Daniel Orduz, ya que al trabajar en el deseo y la saciedad se logra que las personas controlen su apetito. Con esto coincide Marisela R., ella acude a la terapia desde hace dos meses y cuenta que no se priva de sus alimentos preferidos, pero cuenta que ha reducido las porciones luego de colocarse la banda virtual. Ahora disfruta más cada bocado.
La banda gástrica virtual llegó al país en el 2011 y actualmente existen sitios autorizados en 14 ciudades del Ecuador con alrededor de 50 especialistas certificados. Desde el 2008 se instruye en esta técnica, se logró que al 2013 existieran
395 terapeutas en 20 países alrededor del mundo.
Las cifras demuestran que la tendencia ha crecido ya que en el 2014 se sumaron dos países más y cerca de 100 terapeutas.
Para poder obtener la certificación, Valencia tuvo que viajar a Argentina, lugar de creación del método. Debido a la demanda actual, los cursos se imparten también en el Ecuador.
Orduz es el instructor certificado para enseñarla en el país, al igual que en Colombia y Perú. Él afirma que este tratamiento en ocasiones es utilizado como un complemento para quienes han pasado por un proceso quirúrgico, ya que al trabajar con la mente la persona es menos propensa a subir de peso de nuevo.
La paciente de Valencia que mejores resultados ha demostrado tenía obesidad grado dos y logró bajar 27 kg en dos meses, pero esto es relativo, ya que la duración de la terapia depende del organismo de cada persona. En algunos casos es necesario realizar un segundo implante en la mitad del proceso, como lo explica la doctora, pero todo depende de su nivel de compromiso y su confianza hacia la eficacia de esta terapia.
No es permitida para personas con algún historial previo de anorexia, ya que puede tener un efecto contraproducente o para menores de 13 años.
Camila dice estar emocionada con el tratamiento, ya que cada vez logra relajarse más durante las sesiones y esto hace que pueda incorporar fácilmente los conceptos en su día a día. Todas las noches antes de dormir y en el día, a la hora del almuerzo, debe escuchar la grabación que le recuerda la importancia de tener hábitos alimenticios adecuados. Además, debe enfrentarse a la báscula una vez por semana para constatar que la terapia realmente esté dando resultados.
Cinco hábitos alimenticios que permiten bajar de peso
Bajar los cubiertos después de cada bocado ayuda a que las personas no ingieran los alimentos automáticamente y sean más conscientes de los alimentos que se están llevando a la boca.
Comer en platos más pequeños es un hábito que debe incorporar a la hora de alimentarse. Esto produce un efecto visual en el que la persona piensa que está comiendo la misma cantidad que acostumbraba.
Saborear los alimentos y tomarse su tiempo para masticar antes de ingerirlos permite disfrutar de la comida y hará que se llene más rápidamente sin necesidad de consumir grandes porciones de comida.
Dedicar 20 minutos para la hora de comer. Este es el tiempo promedio que el estómago se demora en enviar una señal al cerebro indicando que ya se encuentra satisfecho con la cantidad que ha ingerido.
No picar golosinas entre comidas, ya que es necesario establecer un horario. Comer irregularmente puede ser una señal de ansiedad, ya que no está comiendo porque realmente tiene hambre.