Las calles de Guayaquil fueron el escenario para la marcha de GLBTI. Fotos: Joffre Flores/EL COMERCIO
Una monja con un traje transparente, muy provocativo, se paseó frente la iglesia San Francisco. Una Maléfica, con un aire a Angelina Jolie, caminó airosamente por la 9 de Octubre.
Medusa también se les unió. Parecía flotar por la avenida Malecón sobre unas plataformas de más de 50 centímetros, empapadas con brillantes. Su mirada, sensual y de misterio, cautivó a muchos.
El asfalto y los adoquines del centro regenerado de Guayaquil se llenaron de escarcha y lentejuelas, desde la tarde hasta el anochecer de este sábado 28 de junio. Las avenidas Malecón y 9 de Octubre fueron el escenario para esta fiesta sin tapujos ni inhibiciones.
El desfile por el Día del Orgullo de la Diversidad Sexual concentró a cientos de personas. Desde antes de las 15:00, representantes de los grupos de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales (Glbti) marcharon libremente por las calles céntricas de la ciudad.
No importaron los pocos gritos incómodos o las miradas esquivas al paso. Fueron mayores los halagos y los pedidos de fotografías, incluso de familias enteras. Niños, adultos y ancianos rogaban una foto al paso, en especial con los queers y las transfemeninas, quienes lucieron exuberantes vestidos.
Diane Rodríguez, presidenta de la Asociación Trans Silueta X, lució un ceñido traje fucsia de garota. La activista, organizadora de la marcha de este año, agradeció la acogida de los guayaquileños. “Es una muestra de que vivimos en una sociedad más abierta”.
Sin embargo, los derechos de la comunidad aún son un tema pendiente. Por eso, cada carro alegórico que participó en el desfile representó un pedido.
El grupo que dirige la campaña Matrimonio Civil Igualitario estuvo encabezado por Pamela Troya y Gabriela Correa. También, con elegantes trajes de etiqueta, les acompañaron Santiago Vinces y Fernando Saltos, quienes pidieron al Registro Civil que formalice su unión. “Seguimos a la espera. Hemos interpuesto otros recursos y estamos esperando”, dijo Santiago.
Vivian Gaethe, con un ajustado corsé negro, hizo una parada frente al Palacio Municipal. Ahí elevó una bandera multicolor, característica de la comunidad Glbti. Un poco después, jóvenes gays, lesbianas y transexuales ondearon una bandera gigante, como un pedido de igualdad de derechos.
Hasta que un policía con poca, poquísima ropa, se robó las miradas. Al igual que Odas. Con su vestimenta de halcón verde ‘flex’, estrenó el nuevo modelo de tanga brasileña para hombres. “Este traje representa la libertad”, dijo después de sonreír para una foto. La fiesta se extendió hasta pasadas las 19:00. Para la noche, en el parque Centenario, se organizó un festival cultural Glbti.