Como al final de uno de sus conciertos, el silencio se apoderó de la casa de Germán Congo, ubicada en la ciudadela Andrea Tobar, en San Antonio de Ibarra. Desde inicios de esta semana, los vecinos del popular compositor e intérprete de música bomba se preocuparon al no escuchar el piano, que sonaba todas las tardes. “Debe haber salido de viaje”, pensaban algunos. Pero la duda rondaba. Más aún sabiendo que ‘El Rey de la bomba’, nacido en Carpuela hace 68 años, en el valle del Chota, vivía solo desde hace una década. Su esposa, Juana Chalá, y sus tres hijos se radicaron en España. Desde ahí la música y su trabajo, en la Hostería Chorlaví, fueron sus únicos compañeros. En esos días de soledad escribió Los inmigrantes, recordando a su familia que salió a otro país en busca de prosperidad. El miércoles último, tras una denuncia de unos vecinos, la Policía encontró a Germán tendido en su cama. Al parecer, falleció días atrás por un paro cardíaco. Ayer continuaba la velación en la casa barrial de la ciudadela Andrea Tobar. Ahí se concentraron familiares y amigos del fallecido para compartir su tristeza.A Germán se le atribuye ser el autor de un centenar de canciones en ritmos de bomba, cumbia, pasacalle, pasillos, sanjuanitos… Pero quizá la más escuchada es El puente de El Juncal. ¿Cómo es la letra? “Qué lindo puente / el de El Juncal / Qué lindo puente / el de El Juncal / pasan los carros hacia Tulcán…” . “Esa canción la hicimos hace 26 años, cuando se inauguró el puente que enlaza a Imbabura y Carchi”. Así rememora Fabián, su hermano menor, de 57 años de edad, con quien formó el grupo de Los Hermanos Congo. “Esa canción incluso puso a bailar al difunto Jaime Roldós, que inauguró la obra, recuerda Olimpia, de 78 años, hermana mayor del artista fallecido. A la mente de la anciana regresa la imagen del músico, que aún niño empezó a rasgar la guitarra de su padre, Manuel Congo, sin imaginar que se convertiría en uno de los mejores requinteros del norte del país.A Germán y a Milton Tadeo, también desaparecido el año anterior, precisamente, se les atribuye ser los promotores de la música bomba. “Ellos hicieron que los ritmos candentes, que solo se bailaba en las fiestas del Chota, se proyectaran a nivel nacional e internacional”, comenta Fabián.Con una sonrisa recuerda que Germán y Tadeo hicieron canciones como Ya no quiero vivir en este Carpuela, El puente del Juncal o Bailando me enamoré, cuando formaban el grupo de Los Hermanos Congo. Pero se separaron.Germán tomó su requinto y se marchó. Y, como no podía vivir sin la música, se unió al grupo Rondador, de Ibarra, de música folclórica. Uno de los últimos discos que grabó es ‘El auténtico rey de la bomba’, con una recopilación de ritmos ecuatorianos.Su sobrino Geovanny Delgado, integrante del grupo Los Auténticos del Valle, cree que una parte de su tío Germán sigue viva en las canciones de los músicos nuevos del valle del Chota, que siguen los pasos de ‘El Rey de la bomba’.