Influenciados por la riqueza del arte precolombino y como reacción ante eso que se llamó arte indigenista, un grupo de artistas ecuatorianos creó, durante la década de los 60, diversos cuadros y esculturas ‘ancestralistas’, que toman elementos del arte milenario de culturas como Valdivia, Chorrera, Tolita, Jama-Coaque, Guangala y otras para reinterpretarlos y renovar la producción artística de esos años en el país. Desde hoy, esas obras se pueden ver la exposición Ecos del Tiempo, en el Museo Casa del Alabado (calle Cuenca, entre Bolívar y Rocafuerte; abierto de 09:30 a 17:30 de martes a sábado, domingos y feriados de 10:00 a 16:00).
La museografía “contrasta un conjunto representativo de obras ancestralitas junto a diversos objetos arqueológicos escogidos de la reserva de la colección”, como apunta el curador Rodolfo Kronfle Chambers. El objetivo es poner a consideración del público la relación que se establece entre el arte local precolombino y el moderno, para sugerir vínculos tanto plásticos como poéticos, que puedan hablar de esta peculiar influencia.
Le damos tres razones para visitarla:
– Entrará en contacto con piezas arqueológicas de la colección que guarda el Museo Casa del Alabado que datan de hace más de 4500 años.
– El arte precolombino tiene una complejidad y sofisticación especiales que muestran la gran capacidad de abstracción de los pueblos que habitaron nuestro territorio, y que influenció en nuestra época a grandes artistas plásticos ecuatorianos.
– Es una oportunidad para entender mejor la función social de las piezas artísticas que se exhiben (algunas por primera vez) y también para ver cuadros de grandes maestros como Enrique Tábara u Oswaldo Viteri. Además la entrada a la muestra es libre.