El desfile, que duró más de tres horas el martes pasado, recorrió las principales calles del cantón Cañar. Foto: Xavier Caivinagua/PARA EL COMERCIO
Con danzas y música andina se festejaron los 15 años de la declaratoria de Cañar como Capital Arqueológica y Cultural del Ecuador. El Municipio organizó un desfile intercultural, que reunió a más de 50 centros educativos, comunidades y organizaciones.
Este homenaje se cumplió el martes pasado y se inició con la banda municipal. Más atrás, la reina del cantón Marcela Peralta, con un llamativo traje andino, representó a la Diosa de la Fertilidad de la Cultura Cashaloma, que fue parte de los cañaris.
Ella estuvo acompañada de dos jóvenes que lucían faldas cortas con la imagen del sol y ayudaban a sostener las alas de guacamaya que lucía Peralta.
De acuerdo con la leyenda, los cañaris descienden de la guacamaya, por eso se considera esta especie como sagrada.
La historia de los cañaris fue representada en las danzas y vestimentas de grupos como el Sindicato de Choferes.
En un carro alegórico ricamente adornado, una joven lució el atuendo de princesa con una guacamaya en su mano y dos incas con una serpiente.
Otros mostraron las costumbres ancestrales como el hilado, el arado con yuntas, los tejidos en telares, la elaboración de la chicha… También danzas de varias culturas del Ecuador como los salasakas, otavaleños, saraguros…
Todo eso gustó a quienes se apostaron a lo largo de la avenida San Antonio y las calles Bolívar, Borrero, Guayaquil y Javiera Nieto, por donde recorrió el desfile. Hubo un sol intenso que fue aprovechado por el Taita Carnaval para lanzar agua y espuma carnavalera a los asistentes.
Tras la Diosa de la Fertilidad se ubicaron las principales autoridades del cantón como el alcalde, Belisario Chimborazo y los concejales. Les acompañaron en esta celebración cultural los burgomaestres indígenas de los cantones vecinos de El Tambo y Suscal…
Hubo propuestas llamativas como la de la Organización Comunitaria de Zhud que revivió la huagra danza. Es un baile que realizan los más viejos vistiendo un traje de cintas multicolores, cascabeles en sus pantorrillas y una especie de espada, que están relacionados con los elementos de la naturaleza.
Según el dirigente comunitario Manuel Naula, es una danza milenaria guerrera de la conquista inca y que se utilizaba para enfrentar a los enemigos. Los danzantes realizan suaves pasos sincronizados al son del tambor y el pingullo.
También servía para llamar a la armonía y reciprocidad de la gente. En la espada (alpanguel) lleva impresos íconos de las celebraciones más importantes del calendario andino como la siembra del maíz, principal producto de consumo entre los cañaris.
Los Huagras Danzas llevan el cabello recogido con múltiples trenzas delgadas y el típico sombrero de paño. La explicación de Naula es que antes los cañaris no se trenzaban el cabello y que eso lo aprendieron de los incas, mientras que el uso del sombrero se lo deben a los españoles.
El traje y las danzas típicas de los cañaris se impusieron en los niños, jóvenes y adultos que participaron en esta celebración que concluyó pasadas las 12:00.
El alcalde Chimborazo agradeció a las autoridades de los centros educativos y dirigentes por participar y fomentar estos espacios de rescate cultural.
El Distrito de Educación Intercultural, por su parte, participó con una especial danza andina de novios de Imbabura. Esta, al igual que el resto de coreografías, se caracterizó por la autenticidad de los pasos de bailes y el donaire.
Para la educadora Carmita Guamán, el aniversario de patrimonio es la fecha para valorar la riqueza arqueológica y vestigios que guarda celosamente esta provincia.
Pero también sirve para fortalecer la identidad de los pueblos con sus diferencias étnicas, costumbres y tradiciones ancestrales.
El Desfile de las Culturas también representó expresiones de otros pueblos andinos como el boliviano. Por ejemplo, los estudiantes del Instituto José Peralta presentaron la danza del Carnaval.