Alternativas de seguridad para niños autistas

Las fundaciones que brindan ayuda a quienes padecen autismo se enfocan en mejorar las habilidades sociales y el lenguaje. Foto: Archivo EL COMERCIO

Las fundaciones que brindan ayuda a quienes padecen autismo se enfocan en mejorar las habilidades sociales y el lenguaje. Foto: Archivo EL COMERCIO

Las fundaciones que brindan ayuda a quienes padecen autismo se enfocan en mejorar las habilidades sociales y el lenguaje. Foto: Archivo EL COMERCIO

Jenny Cevallos está pendiente de su hijo 24/7. ¿Juanca?, ¿dónde estás? En su casa todas las puertas están cerradas con llave. Hace un año vivió una experiencia aterradora, su hijo escapó. Juan Carlos, de 8 años, tiene autismo y no responde cuando se le habla.

Por lo general juega solo y cuando necesita algo solo va a donde su madre. Ella le hace una serie de preguntas para averiguar qué necesita. ¿Tienes hambre Juanca? El niño asiente con la cabeza. Es la máxima interacción que tiene, especialmente cuando hay extraños cerca. En su casa, en el Valle de los Chillos, viven solo los dos.

En enero del 2014 Jenny estaba lavando la ropa en el jardín. Cuando entró, la puerta de la sala estaba abierta. Juan Carlos no estaba. Salió a recorrer las calles cercanas y no lo encontró.

Llamó a la policía y luego de varias horas pudieron encontrar al niño en un parque de la Villaflora. Nunca supieron cómo llegó tan lejos. Para ella, esas horas fueron un verdadero infierno. “Te imaginas lo peor. Siempre tratas de protegerlos pero es bien difícil cuando tienes que hacer todo sola”, afirma.

No es extraño que los niños con autismo huyan de sus casas. A Juan Carlos lograron encontrarlo identificándolo por la ropa que llevaba ese día. Pero una solución más efectiva puede estar en las mismas prendas que utilizan los niños. Para estos casos se creó un proyecto en Estados Unidos llamado ‘Independence Day Clothing’ que se enfoca en crear prendas de vestir seguras. Camisetas, vestidos, pantalones con GPS servirán para localizar a los pequeños en casos de extravío.

Además se busca que la ropa sea cómoda y se adapte a las necesidades de cada niño. Botones, cierres y etiquetas tienden a incomodar aún más a los chicos con este trastorno. Por esta razón la guía en la sencillez. Este proyecto tiene su base en Nueva York pero busca expandirse a Latinoamérica en los próximos meses.

Según Ligia Noboa, directora de la fundación Entra a mi Mundo, los niños no reconocen el peligro y es ahí cuando hay riesgo de que los chicos se pierdan. De todas formas, luego de la experiencia de Jenny, ha intentado mejorar la seguridad de su casa, las puertas se cierran con llave y las ventanas están cubiertas con rejas para evitar que Juan Carlos salga. Por ahora es lo único que puede hacer, asegura. “Es necesario llamar la atención para que más personas se involucren con el autismo, son invisibles”, concluye.

En el Ecuador no hay una cifra específica sobre el número de personas que padece autismo. Según cifras de la Fundación Entra a mi Mundo, se estima que una de cada 100 personas tiene autismo en el país. Las fundaciones que brindan apoyo para este tipo de trastornos se enfocan en mejorar las habilidades sociales con los niños y en el lenguaje. ​

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