El artista Galo García recrea patrones en una muestra

El artista Galo García posa frente a la obra de la serie ‘Déja Vu’ en la galería DPM en Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

El artista Galo García posa frente a la obra de la serie ‘Déja Vu’ en la galería DPM en Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

El artista Galo García posa frente a la obra de la serie ‘Déja Vu’ en la galería DPM en Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.

Las líneas discontinuas de los moldes usados por los costureros forman en los lienzos los contornos del propio autor, los íconos arquitectónicos y turísticos de la ciudad de Guayaquil o las herramientas del taller de pintura del artista. Pero son también una forma de referir a la propia historia de la pintura: en esas formas se esconden trozos del Guernica, el famoso cuadro del español Pablo Picasso, o un conjunto de piernas y zapatos de la impronta Pata Pata del maestro ecuatoriano Enrique Tábara.

En ‘Déjà Vu’, el artista guayaquileño Galo García Carrión asume y recrea la técnica de los patrones de costura –los modelos con los que modistos y costureras crean piezas de moda- para volcar sus inquietudes artísticas, que tienen que ver con el propio arte y esta vez con tópicos como la moda, la sastrería, la ciudad, el cómic, el diseño o las marcas.

Se trata de 15 pinturas resultantes de un proceso de indagación de cuatro años, en una muestra que se abrió oficialmente el pasado jueves (24 de mayo del 2018) en la galería Dpm de Guayaquil, donde permanecerá abierta hasta mediados de junio.

La idea de usar los patrones de costura resultó de la remembranza que le produjo al artista revisitar el taller de su abuela materna, Rosa Merchán (+), y volver a tener en sus manos los patrones de moda de la revista Burda que se fueron acumulando en el taller de costura que había sido sitio de sus juegos infantiles 50 años atrás.

“Me impresionaban de niño esos planos, veía a mi abuela que extendía el patrón en la mesa, tomaba de ese montón de líneas confusas, sin una forma visible para mí, y sacaba los moldes para un vestido o un pantalón”, cuenta García. Y se basó en esa nostalgia de lo “mágico e incompresible” como una fuente de inspiración para desarrollar sus nuevos trabajos.

El trazado de líneas, puntos o líneas dobles –o combinados en acrílico y óleo- marcan fondos blancos, amarillos, celestes, rojos, verdes y fucsias. En una de las pinturas se arremolinan personajes de tiras cómicas e imágenes icónicas de la cultura popular –The Beatles caminando en un paso cebra o Marilyn Monroe sujetando su falda al aire- junto a siluetas que corresponden a Jesús o Buda.

En otra las siluetas de los personajes del mural del artista local Jorge Swett en la caja del Seguro Social en Guayaquil se asoman en líneas de tres tonos sobre un fondo negro, en la obra que abre la muestra.

“Como en los moldes para coser, en el imaginario y el juego artístico que propongo la idea es que si alguien tomara los prototipos y los moldes desfragmentados pudiera armar el rompecabezas con su propia obra a partir de la mía, o su propio Guernica o un nuevo mural de Swett”, dijo García Carrión.

El abogado inició su carrera artística de forma tardía. En 2003, con 43 años, comenzó a estudiar artes visuales en el Instituto Tecnológico de Artes del Ecuador (ITAE), en donde estudió hasta 2007. Hasta ahora cuenta con cuatro muestras individuales. Saidel Brito, artista cubano-ecuatoriano, su profesor en el ITAE, escribió el texto curatorial de la muestra.

Suplementos digitales