Anna Jácome baila durante uno de los ensayos de la pieza ‘Apuntes de arena’ en la Sala Mariana de Jesús. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO
Las tres piezas de ‘Apuntes de arena’, el nuevo recital poético de Anna Jácome, están atravesadas por las inquietudes que le han despertado ciertas historias sobre la vida de niñas de distintas latitudes.
Una historia que la conmovió sucedió el 8 de marzo del 2017, cuando 41 niñas del Hogar Seguro Virgen, de Asunción, en Guatemala, murieron en un incendio.
Jácome recuerda que ese día las niñas que vivían en este hogar estaban preparando una manifestación para reclamar por los abusos y violaciones de las que habían sido víctimas. “Cuando me enteré de la noticia me estremecí y decidí que les dedicaría una danza”.
La pieza que Jácome creó a partir de lo ocurrido en el Hogar Seguro Virgen lleva por nombre ‘Las niñas de Guatemala’. En esta, ella interactúa con dos elementos: una cama en miniatura y un ‘acordeón de niñas’ de papel.
Otra de las historias que pone en escena es ‘Trino de la espera’, una pieza en la que aborda la realidad de muchas niñas que son obligadas a contraer matrimonio. “A veces nos olvidamos que en muchas culturas el matrimonio infantil es una realidad. Esta pieza la pensé como una crónica irónica sobre esta problemática”.
En ‘Trino de la espera’, Jácome usa un vestido de novia y baila con el cuerpo de un esqueleto que hace las veces de novio. Durante los 14 minutos que dura esta pieza, se escucha una serie de marchas nupciales de distintas culturas.
La obra con la que Jácome abre este recital es ‘Origen rojo’. A través de esta indaga sobre el cuerpo en gestación. “Lo que busco es explorar los recuerdos de cómo mi cuerpo se fue creando en la matriz de mi madre. La idea es que por medio de una serie de pulsaciones sonoras y corporales me conecte con la vida y con la muerte”, dice. En esta pieza y en la de ‘Las niñas de Guatemala’. el trabajo sonoro está a cargo del músico argentino Santiago Barboza.
Jácome cuenta que el nombre de la obra hace referencia a la facilidad que ahora tienen las personas para olvidar las injusticias que suceden en la vida cotidiana. Lo otro es provocar al público para que no pierda la capacidad de conmoverse frente a realidades de la vida contemporánea, entre ellas los constantes abusos que viven las niñas.
La obra se presentará el viernes y el sábado (23 y 24 de marzo del 2018), en la sala de Artes Escénicas Mariana de Jesús de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE). Las funciones comenzarán a las 19:00. El costo de la entrada es de USD 5.