Un largo plástico cubría los restos del fuselaje del helicóptero Dhruv 605 accidentado el martes en el barrio Tereré, en Tena (Napo). 24 horas después de la caída de la aeronave,dos soldados de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) resguardaban el sitio en medio de una ligera llovizna. Los uniformados prefirieron no hablar. “No se pueden hacer fotos, el acceso es restringido”, decía ayer, 28 de enero del 2015, un militar a los periodistas.