Nos demos cuenta o no, en mayor o menos grado, todos somos víctimas de un sistema que nos ha convencido de que la perfección no solo es posible, sino que además es deseable. Juan Pablo Bustamante piensa de otra manera y vale la pena prestar atención a sus ideas al respecto.
Ser perfeccionista en general se considera como una ventaja. La típica respuesta para la temida pregunta en entrevistas de trabajo "¿Cuál es tu mayor defecto?" es "Soy un perfeccionista". Sin embargo, los individuos con tendencias de este tipo a veces son más que gente con desempeño destacado y con atención profunda a los detalles. Estas personas suelen estar atormentadas por ansiedad, depresión y miedo.