Ciudad de México y Nueva York demuestran que la lucha contra el plástico se reforzará este 2020 en el continente. Durante los primeros tres meses del año, ambas se sumaron a la lista de las grandes ciudades de América que no permiten la distribución de bolsas plásticas en supermercados.
Las urbes del país están llenas de contrastes. En cada esquina se construyen escenarios donde confluyen personas y objetos tan disímiles que llaman la atención.
Cuando se quedó embarazada de su primer hijo, Justine Posluszny Bello, de 30 años, optó por dejar los suburbios y se mudó a los pies del Capitolio, en el corazón de Washington, una decisión exactamente inversa a la que tomó su madre una generación antes. “Queríamos criar a nuestros hijos en un entorno urbano”, dice esta antigua residente de Falls Church, un suburbio situado a unos 20 minutos de la capital de Estados Unidos. “El factor decisivo fue el auto: odiaba tener que conducir a todas partes, quería poder caminar por la acera, encontrarme con gente en la calle, ir a pie a la escuela o al supermercado”. Posluszny Bello, quien trabaja en la restauración de edificios antiguos, refleja una tendencia creciente en Estados Unidos, donde los adultos jóvenes de la “generación del milenio” están abandonando cada vez más las afueras, en dirección a las ciudades. En 2011, por primera vez desde que se inventó el automóvil, el crecimiento demográfico de las zonas urbanas superó al de los suburb