La negativa a la construcción del tranvía Cuatro Ríos de Cuenca por parte de un sector de la capital azuaya se enfoca en temas como la posible alteración patrimonial, las vibraciones a las viviendas del trayecto, las pérdidas económicas al sector comercial en la zona del recorrido, la falta de espacios para el estacionamiento de vehículos y la tarifa.