El brazo de una excavadora golpeaba la columna de concreto. Era como dar martillazos, pero hacia un costado. Golpe tras golpe, luego de unos 10 minutos la estructura se rompió en la base. En el suelo quedó, hecha pedazos, la última columna que sostenía el paso a desnivel ubicado afuera de la Universidad Católica, en la av. 12 de Octubre y Roca, en el norte de Quito.