Para los propios investigadores fue una sorpresa. Los agentes decomisaron medio kilo de clorhidrato de cocaína camuflado en caramelos de menta. Los narcos se tomaron su tiempo para elaborar dosis de droga con el mismo tamaño y peso que tienen las tradicionales mentas que se comercializan en el Ecuador. Incluso las envolvieron con el mismo papel verde con puntos blancos.