La dinamización económica de fines del siglo XIX provocó cambios en la prensa. Hubo periódicos que crecieron, comenzaron a publicarse diariamente y dedicaron mayores espacios a la publicidad comercial. Al mismo tiempo incorporaron innovaciones técnicas en su producción y circulación, aunque en numerosos aspectos siguieron siendo editados con métodos tradicionales.
El primer diario apareció en el Puerto Principal en 1860. Se llamaba Diario de Guayaquil. Su fundador fue Sixto Juan Bernal. Dice Destruge: “puede decirse que era casi exclusivamente comercial y de información: bastantes avisos, relativamente a la época y al espacio disponible; pocas noticias del exterior, algunos remitidos, algunas que otras inserciones, de vez en cuando alguna poesía de Berna, charadas, alguna crítica literaria, etc.”. Se trataba, sin duda, de una importante innovación. Pero no duró mucho, así como otros intentos de prensa diaria que se dieron por dos décadas. Pese a su crecimiento, la ciudad aún no podía sostener un medio de prensa cotidiano.
El 1 de marzo de 1879 apareció La Nación, que se estableció como semidiario y el 3 de enero de 1881 pasó a ser diario. El nuevo periódico se imprimía en “gran formato” con cuatro planas, cada una de cuatro columnas. Su precio era de un real (10 centavos de sucre) y fue el primero que se vendía a través de “voceadores” o “suplementeros”, aunque se mantuvo también el tradicional método de las suscripciones. El diario se convirtió en una importante institución y se editó por varias décadas .
Pasados unos años, la tendencia al diarismo se había consolidado y se publicaban también en Guayaquil varios diarios, entre ellos El Telégrafo, El Globo, Diario de avisos y El Grito del Pueblo, que se mantuvieron en circulación por largas temporadas. En Quito la aparición de diarios tomó más tiempo. Allí también se dieron intentos que no duraron mucho, hasta que a inicios del siglo XX se institucionalizó la prensa diaria, cuyo más destacado representante fue EL COMERCIO, fundado en 1906. En otras ciudades del país, la conversión de los periódicos en diario fue muy lenta. En la mayoría se mantuvo semanarios o interdiarios hasta mediados del siglo.
La innovación tecnológica que más influyó en el desarrollo de la prensa fue el telégrafo. Con el cable internacional, las noticias se recibían de inmediato ya no necesitaban semanas para llegar desde el exterior. Con el telégrafo nacional las informaciones se transmitían de inmediato de una ciudad a otra, en vez de que tomara días recibirlas. Los diarios reservaban siempre espacio para imprimir a último momento lo que llegaba en el “cable”. En unos años podrían recibir imágenes, venidas del exterior u otras ciudades. Desde entonces la prensa estaría cada vez más vinculada al desarrollo de la tecnología.