El 20 de mayo de 2011 se cruzaron, dentro de la práctica del Derecho Internacional, dos notas entre Ecuador y Perú respecto a sus límites marítimos. Esa supuesta delimitación fue, además de suscrita por los gobernantes de ambos países, ratificada por el Congreso del Perú. Por interpretaciones jurídicas o administrativas, un hecho similar no se produjo en el Ecuador, al parecer contraviniendo disposiciones constitucionales que exigen si los acuerdos internacionales están relacionados con límites del Estado, deben tener un dictamen previo y vinculante de la Corte Constitucional y aprobados por la Asamblea Nacional.
Esta situación debe ser considerada en un contexto más amplio como es el litigio jurídico entre Chile y Perú que debe dirimir próximamente el Tribunal Internacional de La Haya que -guste o no guste a las partes- finiquita la delimitación marítima entre esos Estados, como lo hizo entre Colombia y Nicaragua, aunque haya disgustado la sentencia al Gobierno colombiano que, como réplica, desahució sin efectos prácticos su adhesión a esas instancia jurídica internacional.
La peculiaridad de este caso radica en que las Notas ecuatoriano-peruana no mencionan como antecedente los acuerdos sobre la materia de 1952 y 1954 suscritos también por Chile y que han sido considerados como una delimitación marítima, hasta que el Perú los desconoció como tales en su demanda presentada ante el Tribunal de La Haya. Sin embargo, si las notas del 2011 contienen una mejor o más precisa delimitación resulta insólito que no haya culminado el procedimiento interno, pues podría significar que en cuanto a límites marítimos la única referencia que continúa vigente son los tratados de 1952 y 1954 o las cartas marítimas que deben agregarse luego de la participación del Ecuador en la Convención del Mar de las Naciones Unidas o Convemar.
Como se puede deducir, al no existir una clara explicación al país por parte del Gobierno nacional, directamente o por intermedio de los representantes de la Asamblea Nacional, se puede tener la sensación de que nos desenvolvamos en un limbo jurídico respecto a nuestros límites marítimos. Como si la imprecisión no hubiera sido parte de nuestra trágica historia de límites.
Si las cartas entre Ecuador y Perú de 2011 son convenientes para el país y así se supone por la aceptación del Gobierno, es indispensable que se concluya con el procedimiento interno como lo hizo del Perú El tema debe ser debatido y concluido con seriedad, ajeno a cualquier manipulación política, incluso tomando en cuenta el entorno político muy favorable por el que pasan las relaciones entre Ecuador y Perú; máxime cuando para tratar temas relacionados a operaciones técnicas de construcción y operación conjunta de naves, en días pasados varios ministros del Ecuador estuvieron para ese propósito en Lima. En esta capital fueron recibidos, en un reconocido gesto de cordialidad, por el presidente Ollanta Humala.