El país entró, aunque tarde, al acuerdo multipartes con la Unión Europea. Se trató de una adhesión al convenio suscrito por Colombia y Perú.
En los 100 primeros días del acuerdo los exportadores ya han experimentado los primeros beneficios. El solo hecho de conservar sus mercados en tiempos de dura competencia es un aliciente que puede mostrar los caminos que se deben transitar en el futuro.
Es más, la nota publicada ayer por EL COMERCIO apunta que en los rubros de camarón y banano se ha crecido. Es un buen augurio. Si el acuerdo no se hubiese firmado, la diferencia por el arancel simplemente habría desplazado+ del mercado a nuestros productos. Allí uno de los sustentos del acierto.
Crecen las proyecciones en cuanto al brócoli y lo mismo ocurre con las flores; el atún se mantiene. El decrecimiento del cacao se debe a condiciones de otros países como Ghana y Costa de Marfil, que han subido substancialmente su producción e incidido en los precios del mercado mundial.
El reto de todo el país es incrementar los volúmenes de producción y hacerlo con una calidad que permita competir en condiciones claras de mercado. No hay que perder de vista que usamos en nuestras transacciones una moneda dura que no es flexible a los costos laborales de los países que devalúan.
Aunque estos primeros signos son plausibles, solo el paso del tiempo permitirá evaluar con mayor precisión los beneficios del acuerdo.